Carta abierta de las asociaciones profesionales del sector de arte contemporáneo en protesta contra la subida del IVA y el incremento de las retenciones del IRPF, dirigida al Presidente del Gobierno de España y al Ministro de Hacienda. (20 de julio 2012)
Los profesionales del arte contemporáneo vienen constatando desde hace un tiempo el progresivo desmantelamiento de estructuras básicas para su funcionamiento, con una reducción de los presupuestos de las diferentes administraciones con competencias en cultura muy superior al aplicado en otros sectores productivos de este país.
Según consta en la Cuenta Satélite de la Cultura en España, elaborada por el anterior Ministerio de Cultura, las actividades culturales y las actividades ligadas a la propiedad intelectual en el periodo 2000-2009 supusieron un aporte al VAB (Valor Añadido Bruto Total) del 3,2% y el 4,1% respectivamente. Es decir, como se indica en dicho informe, la contribución de la Cultura es “superior al VAB generado por la Energía, 2,7% de media en el periodo, siendo la aportación de las actividades vinculadas con la propiedad intelectual también superior a la derivada de la Agricultura, Ganadería y Pesca, por término medio en el periodo analizado.” El Anuario de Estadísticas Culturales 2011 elaborado por el Ministerio, indica que “El volumen de personas ocupadas en 2010 en el ámbito cultural se situó en 508.700, lo que supone un 2,8% del empleo total en España”.
Entonces, ¿cómo es posible que el Gobierno de España atente contra uno de los sectores más productivos de nuestra economía?
Tras los severos recortes aplicados a las ayudas directas a los artistas, a las instituciones públicas (museos y centros de arte), al apoyo a los centros de creación y producción artísticos y a las iniciativas de exhibición, promoción e internacionalización del arte español, ahora se añade un incremento desorbitado del IVA y de las retenciones del IRPF que afectan directamente a los artistas y a las diversas actividades de todos los agentes que intervienen en la producción y difusión artística. Esto va a suponer la puntilla para un sector fundamental en el desarrollo cultural, económico, industrial y social de España.
Leer más...20 de julio de 2012
Las medidas adoptadas por el Gobierno el pasado 13 de julio sitúan irreversiblemente a España en una dirección de recesión económica y de dependencia política que no permite anticipar una salida a la actual situación de crisis económica y social; su próxima puesta en marcha afecta, además, a los futuros parados, a los futuros jubilados, a los pensionistas, a los dependientes y sus familiares, a los funcionarios, a los autónomos, a los artistas y empresas culturales…
El ataque al ya frágil tejido cultural, que a partir del 1 de septiembre quedará herido de muerte, es especialmente grave por lo irracional de su planteamiento: algunas de estas medidas, lejos de ayudar a aportar soluciones a la crisis económica, van a conducir a la extinción de una red de profesionales y empresas especialmente preparados para mejorar la calidad de nuestra convivencia; en estos momentos, el tejido cultural es el más adecuado para promover la innovación, impulsar la crítica, sustentar la cohesión social, imaginar un futuro… es decir, para contribuir de forma decisiva al diseño colectivo de un nuevo modelo económico para nuestra sociedad. Las medidas del 13 de julio lo van a debilitar irremisiblemente, para ahondar más si cabe la crisis ética de nuestro país y el escepticismo sobre nuestra capacidad de salir juntos adelante, sin dejar a nadie en el camino. La cultura es un lugar privilegiado para dotar de credibilidad a los mecanismos colectivos de nuestra sociedad, para proponer vínculos que mejoren nuestra cohesión, para estimular procesos colectivos. Sin esa red de intereses culturales en la que se entretejen pasado, presente y futuro los proyectos colectivos son más difíciles de desarrollar.
No es posible omitir que las medidas del 13 de julio, unidas a las que se han ido adoptando cada viernes de dolores y a las líneas maestras de los Presupuestos Generales del Estado de este año, van dirigidas contra los sectores más débiles de la sociedad española y contra los diferentes colectivos que pueden obstaculizar la intención de los intereses financieros europeos de configurar una orla mediterránea de mano de obra barata y mucho suelo disponible, con el menor control democrático sobre este proceso. Y los profesionales y las empresas culturales formamos uno de los sectores que pueden oponerse, por su capacidad de crítica y su influencia social, a este proceso de autoritarismo económico.
Las medidas del 13 de julio no van dirigidas exclusivamente contra los profesionales y las empresas culturales, pero sí que van dirigidas contra nosotros, precisamente en un momento en el que, por la globalización que propician las tecnologías de la información, por la necesidad de mejorar la capacidad competitiva de los países, por el cuestionamiento de los modelos económicos tradicionales, la cultura debe considerarse como un sector estratégico, y mucho más en España, ya que es fundamental para dirigir nuestra función de bisagra entre las economías y las sociedades europea y latinoamericana. Por eso no se entiende desde la racionalidad económica el tratamiento que el Gobierno va a dar desde el 1 de septiembre al conjunto de la actividad cultural: en un momento de recesión como el actual, el consumo de bienes culturales presenta una tendencia negativa irremisible; a ello contribuirá más todavía el doble efecto de aumento de coste que representan el incremento de las retenciones de IRPF para los autónomos y el incremento de IVA para la mayor parte de bienes culturales, en algunos casos de hasta un 13 %; sumadas estas dos medidas, lejos de aumentar la recaudación por parte del Estado -lo que podría no compartirse, pero sí entenderse- va a reducirla porque va a minimizar hasta la nada la actividad cultural productiva, al tiempo que se precariza más todavía al sector, lo sitúa en una posición de difícil competitividad con el exterior y lo empuja hacia transacciones irregulares, fuera de la disciplina fiscal, sobre todo en algunos de los ámbitos de actividad. La adopción de estas medidas va a contribuir al empobrecimiento intelectual de España y va a arrojar al paro a miles de trabajadores.
En la actual situación sería comprensible que se planteara desde el Gobierno un reparto de cargas entre el conjunto de la sociedad española para “salir de la crisis”, pero este reparto solo sería aceptable bajo tres principios: que se conozcan los objetivos, que se negocien los criterios y las formas de distribución y que afecte a todos los sectores de la sociedad, con la excepción de los más necesitados. Por lo que sabemos y vamos interpretando, los objetivos no son los que aparecen en los preámbulos de los decretos, los criterios y las formas de distribución son autoritarios, no trasparentes y sectarios y los sectores afectados por las medidas son los más débiles o los más dinámicos de la sociedad española.
Por todo ello, porque nos jugamos el ser o no ser de la actividad cultural en España, nuestro trabajo profesional y nuestra capacidad de contribuir a crear conocimiento, es imprescindible que de forma conjunta y con una visión racional y global de la situación respondamos cuanto antes a las medidas anunciadas por el BOE y exijamos al Ministerio de Cultura, Educación y Deporte la puesta en marcha de otras políticas, que no solo son posibles, sino sobre todo necesarias. La actividad cultural española necesita ser impulsada, no arrojada al contenedor de material reciclable. Desde el conjunto de los profesionales y empresas culturales reclamamos la unidad de todo el sector para hacer frente con la mayor fortaleza a este conjunto de medidas que van en contra de los intereses de nuestra soberanía como sociedad.
Desde esta unidad, exigimos la retirada de las medidas que atacan a la supervivencia del tejido cultural de nuestro país, como es el incremento del IVA al 21 %; reclamamos un proceso de negociación del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte con las asociaciones representativas de los diferentes sectores para analizar la realidad económica de la cultura española y adoptar las medidas que, en la actual situación de crisis, garanticen su supervivencia y proponemos la elaboración conjunta de un Plan de Apoyo y Protección de la Cultura, hoy más necesario que nunca, como contribución de los profesionales y empresas culturales de España a la salida de la crisis. Hasta ese momento, rechazamos nuestra participación en todo acto o convocatoria promovido por el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte como muestra de protesta ante las medidas del 13 de julio.
Para expresar claramente nuestra posición unitaria como representantes del sector de la cultura, hacemos público este manifiesto y convocamos acciones de protesta en todas las ciudades.
AccionMAD!
Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE)
Asociación de Coleccionistas de Arte Contemporáneo, 9915
Asociación Cultural Sorambulas
Clasicas y Modernas. Asociación para la igualdad de género en la cultura
Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales de España
Consorcio de Galerías Españolas de Arte Contemporáneo
Encuentros de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas
Instituto de Arte Contemporáneo (IAC)
Mujeres en las Artes Visuales (MAV)
Off Limits
Unión de Asociaciones de Artistas Visuales
Leer más...Anónimo Josephine Baker, ca. 1925. Museum of Decorative Arts of Prague. Cortesía: Museo Picasso Málaga.
Lo primero que llama la atención de esta gran exposición centrada en los inicios de la publicidad en Europa es el montaje, sorprendente e inesperado. Un extenso andamiaje ocupa el espacio central de la sala, donde cuelgan carteles de finales del siglo XIX y principios del XX. El planteamiento, arriesgado pero justificado, se complementa con la proyección de varias películas (la más interesante sin duda Berlín, sinfonía de una ciudad (1927) de Walther Ruttman) que retratan el paso de la urbe decimonónica, de cadencia lenta y anclada en modelos heredados de la vida en el campo, a la nueva ciudad del futuro, condicionada por un ritmo trepidante e incipientes necesidades que antes no existían. Es el comienzo de la sociedad de consumo y de las marcas, un fenómeno socio-económico derivado de la industrialización y las técnicas de fabricación en cadena, que al mejorar sus métodos van a generar un rendimiento muy superior a las necesidades reales de la gente. Como resultará entonces mucho más fácil fabricar los productos que venderlos, el máximo interés de las empresas se desplazará hacia la promoción, una dimensión nueva donde los anuncios impresos en la calle van a jugar un papel clave por su capacidad para interpelar directamente al transeúnte anónimo, que se vuelve al mismo tiempo cliente potencial y espectador inopinado de una propuesta naciente con inmensas posibilidades creativas.
Leer más...Juan José Martín Andrés Huracán Laissez Faire, 2012. Intervención.
Dibujo a lápiz y vinilo adhesivo. 2 x 3,75 m. Fotografía: Pablo Llopis Ivañez.
VALENCIA
NYM_lab
Mirar de frente
Hablar de la crisis puede resultar ya un tema en exceso recurrente, sobre todo porque los medios de comunicación hace varios años que no nos hablan de otra cosa. Pero lo que nos cuentan no sirve para que realmente la población construya en su mente una idea de las causas y los efectos de lo sucedido durante los años dorados de la especulación inmobiliaria. Parece que su función va dirigida a extender un relato del miedo que paralice a cuantos más mejor, para que nadie olvide, una vez más, que es mejor mantenerse callado.
El proyecto Sistema fallido, comisariado por Javier Marroquí y David Arlandis, tiene la condición de facilitar al espectador datos, de mostrar mediante distintos soportes una relectura de la información de lo sucedido en ese periodo “glorioso” de la economía y de cuales han sido algunas de sus repercusiones. Como apunte al margen, debo indicar que mi visita a esta exposición ha coincidido justo el día que Rodrigo Rato ha anunciado su dimisión al frente de Bankia, mientras el Estado español se ha mostrado dispuesto a seguir inyectando capital al sistema financiero, a la vez que el Consejero de Sanidad de Extremadura eliminaba el servicio vespertino de los centros de salud de esa Comunidad y, debido a la incompatibilidad de su cargo, se veía obligado a dimitir por trabajar como oftalmólogo en Portugal por las tardes. Sin duda el sistema ha fallado. El problema es que ese modelo fallido ha encontrado acomodo, en mayor o menor medida, en todas las capas de la sociedad. Hubo un tiempo, hace sólo un momento, que no se entendía a quienes no estaban acumulando propiedades inmobiliarias o especulando con ellas. Casi todos querían su trozo del pastel, por lo que era muy complicado que esa extensa red de intereses aplicara el límite de lo razonable. Sin duda el mayor fracaso recae sobre la clase política, sin excepción, que no quiso o no supo regular lo que claramente era una deslumbrante pasarela hacia el precipicio.
Leer más...L’Imperi de les Estrelles. © CCCB / Toni Curcó
CCCB
BARCELONA
No cabe duda de que la proliferación de pantallas de todo tipo es uno de los fenómenos más inquietantes de nuestro tiempo, sobre todo por la omnipresencia que está adquiriendo en nuestras vidas el poder de ese rectángulo mágico que, desde el trabajo al ocio, pasando por la información y las relaciones sociales, mediatiza y condiciona tanto la vida cotidiana como la realidad perceptiva y sustancial.
Sin embargo, una las paradojas de este fenómeno se encuentra en el hecho de que, a mayor conciencia de la pantallización general del mundo, mayor es, también, la dificultad de despegarse de la propia influencia de las pantallas para conseguir una distancia que nos permita hacer una reflexión serena sobre el fenómeno en cuestión. Las pantallas ocupan espacio, tiempo y cerebro, podríamos decir.
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