Hay dos maneras muy diferentes de visitar la exposición dedicada a Félix González-Torres que se celebra en el MACBA: Una es dejándote llevar por las sensaciones y el conocimiento que ya tengas del artista. Y la otra, es hacer lo mismo, pero leyendo los carteles de presentación que guían el recorrido de la muestra. La primera te puede enganchar. La segunda te puede desconcertar.
Y es que, por una parte, el museo presenta un buen número de obras del artista, y un montaje despejado y agradecido dentro y fuera del edificio. Pero, por otro, el conjunto se enmarca dentro de una lectura comisarial que, en nuestra opinión, abusa del principio de libre interpretación que el propio artista propagaba al referirse a la recepción de sus obras.
Leer más...