Munemasa Takahashi. Lost & Found, 2011
San Agustín recalca que la memoria no contiene a las cosas sino sus imágenes. “No entran allí estas mismas cosas materiales –escribe–, sino que unas imágenes que representan esas mismas cosas sensibles son las que se ofrecen y presentan al pensamiento cuando sucede que uno se acuerda de ellas”. Esa memoria, perteneciéndole, no alcanzaba a comprenderla. “Yo mismo no acabo de entender todo lo que soy”, confesaba. Como si esa memoria fuese a la par personal y ajena, parcial pero inabarcable. Desconfiamos no tanto de la memoria como de la capacidad para explorarla. Sería el matiz que introduce el adjetivo posesivo. Mi memoria pasaría a ser tan sólo lo que sé decir de ella, un territorio donde quedan por hacer todo tipo de descubrimientos. La desconfianza en esta capacidad, que llega a ser extrema en los neuróticos, conduce a complementar la memoria con anotaciones y recurriendo a instrumentos gráficos. Las relaciones entre lo consciente y lo inconsciente, o entre el recuerdo y la memoria encontraron en la fotografía una herramienta, pero también una metáfora. Pero Freud advirtió de lo defectuoso de la fotografía como “dispositivo auxiliar de nuestra memoria”, pues no puede maniobrar con la libertad de las facultades naturales. Su propia materialidad se lo impide. Es por ello que las fotografías, entendidas como objetos y no como producción, recobren cierto sentido estratégico en manos de los artistas. Se trataría de la creación de un territorio intermedio entre su fijeza y su obstinación enigmática, y la receptividad instintiva y móvil de la memoria.
Leer más...Paolo Pedercini, Welcome to the Desert of the Real, 2009. Cortesía: Paolo Pedercini y Arts Santa Mònica.
La mano invisible
Las palabras que el 15 de julio de 1974 pronunció la locutora norteamericana Christine Chubbuck, antes de dispararse y morir en directo ante las cámaras de televisión cuando presentaba el noticiero de su programa, fueron estas: “De acuerdo a la política del Canal 40 de brindarles lo último en sangre y entrañas a todo color, están a punto de ver otra primicia: un intento de suicidio”.
Ese mismo año, el escritor inglés de ciencia ficción David G. Compton publicó “The Continuous Katherine Mortenhoe”, novela que, en 1980, Bertrand Tavernier convertiría en la impactante película “La muerte en directo”.
Leer más...Soledad Penalta
La labor de difusión cultural del MARCO – Museo de Arte Contemporáneo de Vigo – en la ciudad, y en Galicia respectivamente, es inequívoca y fundamental en la reactivación de la sensibilidad de la sociedad hacia este tipo de propuestas y en la democratización del acceso a las mismas.
De esta vuelta, el Museo ha querido presentar una exposición – relectura de otra pasada, A arte inexistente, que, comisariada por Rosario Sarmiento para el Auditorio de Galicia en 1995, aglutinara obra de mujeres artistas gallegas del siglo XX. Ahora, Mónica Alonso (A Fonsagrada, Lugo, 1970), Berta Cáccamo (Vigo, 1963), Angela de la Cruz (A coruña, 1965), Dolores Díaz Baliño (A Coruña, 1905-1963), Maruja Mallo (Viveiro, Lugo, 1902-Madrid, 1995), Menchu Lamas (Vigo, 1954) o Julia Minguillón (Lugo, 1906-Madrid, 1965), entre muchas otras, conforman el espectro de artistas cuya obra reviste las paredes de la planta baja del MARCO y permanece a la vista del público hasta el 16 de abril de 2017.
Leer más...La visión de los vencidos (The Defeated) (still) 2013. Courtesy Galeria Filomena Soares, Lisbon; Galerie Mor Chanpentier, Paris; and Instituto de Visión, Bogotá.
Carlos Motta (Bogotá, 1978) es uno de los artistas multidisciplinares más relevantes de nuestro tiempo. Su obra es conocida por su compromiso con las historias de la cultura queer y los activismos sociales y políticos, y por conseguir plantear a través de sus piezas, espacios alternativos de reflexión y desarrollo.
En el proyecto para el Pérez Art Museum de Miami, comisariado por María Elena Ortiz, Motta nos presenta cuatro videos y una instalación de veinte figuras, que sin dejar de abarcar las nociones de género, sexualidad y violencia; explora y profundiza sobre los límites de la democracia y los sistemas de discriminación, explotación y marginación social.
Leer más...En 1989, con motivo de su primera inclusión en una exposición colectiva celebrada fuera de España, Antes y después del entusiasmo, comisariada por José Luís Brea, Rogelio López Cuenca (Málaga, 1959) declaraba al programa de televisión “Metrópolis”: “No hay lenguajes privados ni hay subjetividad ninguna. En la primera persona del singular se expresa el monstruo del poder, el monstruo del Estado con mayor consistencia y con todas sus posibilidades. Cuando habla el yo es cuando habla ese monstruo del terror”. En los casi treinta años siguientes ese rechazo del yo y su inverso la preocupación por lo común ha sido el motor que ha impulsado los proyectos y las realizaciones, las intervenciones públicas, los cursos y las variopintas actividades solitarias o colectivas de Rogelio López Cuenca. Todo marcado por el signo del arte, pero no todo comprensible solo entre sus límites.
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