La visión de los vencidos (The Defeated) (still) 2013. Courtesy Galeria Filomena Soares, Lisbon; Galerie Mor Chanpentier, Paris; and Instituto de Visión, Bogotá.
Carlos Motta (Bogotá, 1978) es uno de los artistas multidisciplinares más relevantes de nuestro tiempo. Su obra es conocida por su compromiso con las historias de la cultura queer y los activismos sociales y políticos, y por conseguir plantear a través de sus piezas, espacios alternativos de reflexión y desarrollo.
En el proyecto para el Pérez Art Museum de Miami, comisariado por María Elena Ortiz, Motta nos presenta cuatro videos y una instalación de veinte figuras, que sin dejar de abarcar las nociones de género, sexualidad y violencia; explora y profundiza sobre los límites de la democracia y los sistemas de discriminación, explotación y marginación social.
En un pasillo oscuro, pequeños vanos cuadrados acristalados, nos presentan veinte pequeñas esculturas de plata bañadas en oro. Cuidadosamente iluminadas nos evocan inevitablemente la museografía etnográfica. Se trata de la primera obra de este excepcional proyecto expositivo.
Con el título Hacia una historiografía homoerótica (2014), esta pieza, resultado de las investigaciones de este creador colombiano afincado en Nueva York, proporciona información sobre la construcción de las identidades sexuales en las sociedades coloniales y nos invita a una revisión del proyecto colonial de Latinoamérica, en su relación con la supresión de las prácticas sexuales homoeróticas pertenecientes a las culturas y creencias indígenas. De este modo, cada figurita recrea varios artefactos precolombinos de carácter sexual, que fueron desplazados por la moral ortodoxa de los conquistadores europeos. La escala diminuta de las piezas fuerza al espectador a detenerse, analizar y pensar delante de la misma.
Motta intercede por una revisión histórica de un periodo muy amplio del pasado de Latinoamerica, que los europeos y estadounidenses intervinieron y modificaron. Para ello, el propio creador introduce sus aportaciones con la finalidad de poder llenar esos vacíos.
Además de la instalación escultórica, el artista recurre a otros lenguajes. Con el uso del documental artístico ficcionado consigue generar nuevas formas de contar, y de este modo reflejar la pluralidad social, cultural y sexual, buscando a la vez denunciar aquello que oprima dicha diversidad.
La Trilogía nefanda (2013) incluye tres videos: Nefandus, Naufragios y La Visión de los vencidos. A partir de conceptos que la Inquisición consideraba como pecado nefandus, es decir una ofensa moral innombrable, estas piezas vuelven a plantear la construcción de la sexualidad en su relación con la colonización. Los vídeos cuentan historias orales precolombinas, narradas en la lengua indígena kogi combinándose con la propia intervención del artista, estableciendo de este modo un diálogo trans-histórico.
El cuarto vídeo de esta exposición, Deseos (2015), presenta el caso de Martina Parra, acusada, en el año 1803, de ser hermafrodita. Un video de imágenes contemporáneas, impactantes y enigmáticas filmadas en Líbano y Colombia que replantea la rígida definición de la identidad de genero basada en el binomio hombre-mujer, a la vez que explora narrativas paralelas de otras partes del mundo.
Aunque el objetivo de la muestra ha quedado claro en cada una de sus piezas, Motta nos muestra a través de su novedoso enfoque diferentes historias y alternativas plurales a esa construcción de las identidades sexuales y de género. Evita la creación de un archivo de víctimas, así como convertir su proyecto en otro ejemplo conceptual cuya identidad común sea la deconstrucción de los códigos sociales. Motta nos ofrece una nueva narrativa que tiene en consideración todas las historias y opciones. Una vez más su obra le otorga una posición definida y vanguardista contra la injusticia social y política de género.