Vista de la exposición. Cortesía: MUSAC
Desde su apertura el MUSAC ha ido construyendo una colección muy variada, desde diversas líneas de trabajo, teniendo en cuenta fundamentalmente aspectos de la creación más joven así como nuevas tendencias. Entre estas líneas también se ha ido consolidando desde 2007 a 2010 la colección latinoamericana, y para celebrar el 5º aniversario del Museo, una selección de obras de 46 artistas ha sido utilizada para dar cuerpo a la exposición Modelos para armar. Pensar Latinoamérica desde la Colección MUSAC, comisariada por el equipo del museo, su director Agustín Pérez Rubio, María Inés Rodriguez, conservadore jefe y Octavio Zaya, comisario externo del departamento de exposiciones.
Podría ser una exposición más de la colección, esta vez temática, al abordar América Latina, tal y como hacen muchos museos en tiempos de crisis y reducciones presupuestarias (el MUSAC ha tenido como muchos otros en España una drástica reducción de presupuesto que prácticamente ha paralizado la política de compras en 2010). Pero lo que convierte a este proyecto en algo muy singular es no sólo la construcción de una exposición de tesis con una parte de la colección latinoamericana, también el hecho de que durante este año y parte de 2011 las actividades de seminarios, cursos y debates, así como los temas de los otros espacios, Laboratorio y Vitrina, van a estar dedicados a artistas y cuestiones relacionadas con América Latina.
Coincidiendo con la publicación por parte del museo de una monografía sobre la obra de Alexander Apostol, que en los últimos años ha analizado, a través de diversas series fotográficas y videográficas, la representación de la modernidad en Venezuela desde la arquitectura, el museo, la heráldica y los símbolos, el artista ha realizado un proyecto para el espacio Vitrina, recopilando los facsímiles de documentos (cartas, contratos, facturas, etc.) de ese desarrollo desde los años 40, estableciendo un relato que recuerda al estilo documental-epistolar de Vargas-Llosa en Pantaleón y las visitadoras. En el espacio Laboratorio la exposición Para ser construidos, analiza la idea de construcción a partir de obras de artistas como Marcius Galán, Nicolás Robbio, Marcelo Cidade o Carla Zaccagnini, cuya obra Reacción en cadena con efecto variable, que consiste en un parque infantil de columpios, ha sido donada por la artista al museo e instalada en los jardines adyacentes.
El título de la exposición central de la colección se apropia no sólo del título de la novela de Julio Cortázar, 62 Modelo para armar, una de las novelas más decisivas en la consolidación de la literatura latinoamericana, también de su estructura narrativa, hecha a base de fragmentos que pueden leerse siguiendo distintos ordenes. Pues es así como funciona la exposición, como secciones autónomas que deben ser interconectadas unas con otras por el propio espectador. El arquitecto Andreas Angelidakis ha sido el responsable, en diálogo con el equipo curatorial, de realizar el recorrido y la puesta en escena de un recorrido eminentemente creativo, que tiende a la asociación y al diálogo entre las diversas obras y que, a la vez, se encarga de solucionar las innumerables barreras que impone la muy poco funcional y terriblemente rígida arquitectura del museo.
Recorrer la muestra pone de relieve la importancia de esta colección, y la diversidad del panorama latinoamericano. Resulta muy difícil destacar obras concretas, pero aún así acaban siendo imprescindibles, ya en un panorama internacional, los trabajos presentes de Carlos Garaicoa, Oscar Muñoz, Meyer Vaisman, Miguel Ángel Rojas, Valeska Soares, Fernando Bryce, Jorge Macchi, María Teresa Hincapié, Rosângela Renno o Teresa Margolles, así como el mural, en uno de los patios interiores del museo, de Federico Herrero.