Shirin Neshat, Rapture Series, 1999, Foto Larry Barns, Cortesía de Jérôme de Noirmont, París © Shirin Neshat
Desde que a mediados de los años 90 irrumpiera en la escena internacional con sus rotundas imágenes en blanco y negro –pertenecientes a la extensa serie “Mujeres de Alah”– y de que fuera catapultada definitivamente con la concesión del León de Oro en la Bienal de Venecia de 1999, la obra de la iraní Shirin Neshat no ha hecho sino ahondar en la tradición, los ritos, la literatura de su país de origen para cuestionar y denunciar el dominio sobre las mujeres y su invisibilidad para la vida pública, la segregación de hombres y mujeres, o la falta de libertades individuales y colectivas que el radicalismo religioso reivindica e impone.
Perteneciente a una familia de tradición laica y formada en una escuela católica, Neshat deja Irán en 1974, cuanto todavía gobierna el Sha, y marcha a Estados Unidos para realizar estudios superiores, primero en Los Ángeles y luego San Francisco. Solo volverá a visitar su país 16 años después para encontrase con una situación política y social que, tras más de una década de Revolución Islámica, choca frontalmente con su forma de entender el mundo. Así, entre el horror y la fascinación –como ella misma ha señalado–, aquel impacto marcaría de manera definitiva su trabajo posterior.
La exposición que ofrece el Espacio Fundación Teléfonica –integrada en el festival PhotoEspaña– incide en la representación del cuerpo –tema de esta edición–, entendido como escenario donde se lidian intereses y procesos políticos, sociales y culturales.
A pesar de que el trabajo de Shirin Neshat es bien conocido en España, tanto a través de exposiciones colectivas e individuales, como por su continuada presencia en ARCO, y por formar parte de algunas de las más importantes colecciones públicas y privadas, el reencuentro con sus obras constituye una experiencia estimulante.
El comisario, Octavio Zaya, ha reunido ahora fotografías que pertenecen a diferentes series (“Historias de martirio” –que se integra en “Mujeres de Allah”–, “Rapto” y “Tooda”) y dos videoproyecciones: “OverRuled” (2012) y “Zarin” (2005). En esta última pieza Neshat abandona el tono poético para componer una descarnada historia que habla de la prostitución, describiendo el horror, el asco, el miedo y la culpa de su protagonista. Mientras, “OverRuled” adopta un lenguaje más complejo, sus escenas se mueven entre la realidad, la elipsis y la metáfora para abordar el dogmatismo frente a la libertad de creación; aquí la partitura musical cobra relevancia completando unos textos inspirados en la figura del místico persa Mansur Al Hallag, quien proclamó una espiritualidad abierta a todos y sin intermediaciones, y que fue condenado a muerte por hereje en el siglo X.
Si la invisibilidad y el dominio que se ejerce sobre las mujeres preside la obra de la artista iraní, ahora es el cuerpo masculino el que protagoniza uno de sus últimos trabajos, y, sobre la piel de los retratados se dibujan escenas inspiradas en la epopeya “El libro de los Reyes”, del poeta persa Ferdousi, de la que esta serie, realizada en 2012, toma su título.