Revista digital de cultura
y arte contemporáneo

ARTÍCULOS

lunes, 21 de marzo de 2016

PATRICIA ESQUIVIAS

CA2M. Móstoles (Madrid)
Por: Mónica Núñez Luis
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Archivo de fotografías de portales, 2012-2016.
Fotografía: Patricia Esquivias. Cortesía de la artista.
 

Entre la revalorización estética del entorno y el personalismo artístico

Vídeos, fotografías, dibujos, textos y objetos sirven a Patricia Esquivias (Caracas, 1979) para proponer en su última muestra, presentada en el CA2M de Móstoles, una visión de varios proyectos recientes que vale la pena analizar desde su carácter grupal para comprender mejor la solidez de sus propuestas. En A veces decorado, se aprecia muy bien la esencia que define buena parte del discurso artístico de esta creadora, así como su fascinación por descubrir y mostrar las experiencias personales que están detrás de sus principales asuntos de interés y que ofrecen vías diferentes de acercamiento a lo que somos y habitamos desde el sentido social y estético. A partir de la revalorización de historias y relatos fortuitos Esquivias invita a reconfigurar, por un lado, la mirada que normalmente posee el espectador hacia lo artesanal y, por otro lado, el papel que se asume frente al trabajo de ciertos protagonistas anónimos que crean parte de ese espacio que habitamos.

 

Las afanosas investigaciones de Esquivias, de las que muestra variados documentos e incluso el apoyo en obras de otros creadores, le llevan a una construcción discursiva que exhibe la realidad cultural de nuestra sociedad actual desde el contraste con tiempos anteriores; obligándonos a repensar cómo es nuestro acercamiento hoy hacia la historia y como ésta ha sido contada. De esa revalorización de relatos obtenida del contacto directo con la gente, Esquivias insiste en la arquitectura como forma de memoria colectiva y exhorta la necesidad de recuperar el valor del decorativismo. Este intento por inducir una modificación de nuestra estandarizada percepción del entorno arquitectónico, indistintamente del carácter de su uso, hace de la arquitectura, la artesanía y las artes decorativas los puntos de referencia fundamentales de la exposición con los que la artista busca también adentrarse en la importancia de la idiosincrasia y la cultura popular.

Los edificios de los números 111-119 del Paseo de la Castellana de Madrid sirven de excusa a Esquivias para demostrar todo lo comentado a través de un exhaustivo trabajo de investigación. La artista toma las decoraciones de murales cerámicos de estos edificios, construidos cerca de los años sesenta, como las piezas más importantes para desgranar su investigación; ya que en aquel tiempo representaron un ejemplo del avance hacia la modernidad, en pleno régimen de Franco, que equiparaba a Madrid con las grandes capitales europeas. Balcones, portales y fachadas con estos murales eran disfrutados por los transeúntes o propiamente por los habitantes de los edificios, lo cual sirve a la artista para contar, siempre desde un tono muy personal, de qué manera se vivían estos elementos, cómo fueron realizados, sus modificaciones en el tiempo, el acercamiento que la gente iba teniendo hacia ellos tras los cambios y, en contraparte, el poder de los arquitectos en la configuración de la ciudad.

Esquivias, también llama la atención sobre la relevancia del trabajo de los albañiles quienes, según apunta, décadas atrás creaban amorosamente verdaderas artesanías para el disfrute de todos. A través de un video, la artista recorre pueblos de Colombia en búsqueda de decoraciones de aceras que, junto con un video de imágenes de acabados de fachadas de Madrid, además de fotografías de estas reunidas en una instalación, le permiten incidir una vez más en el valor de lo artesanal, el alcance de la relación del individuo con su espacio y la significación del carácter estético del entorno. Hay que decir que la presencia reiterada del personalismo de la artista se refuerza en los videos donde gusta leer sus reflexiones, anécdotas y procesos de trabajo al tiempo que juega con la forma de narración de su voz, mientras su imagen está insertada en la pantalla.

El reiterado interés de Esquivias por estudiar la relación estética del individuo con su espacio habitable enmarca en cierta medida su propuesta con las ideas de fondo que Nicolas Borriaud postula en su teoría del arte relacional. En este, se pretende re significar y potenciar las relaciones entre el arte y la vida, es decir, entre las experiencias personales y las prácticas artísticas. Borriaud, cuestiona además el valor del artista dentro de la construcción del discurso artístico y, si bien los artistas más representativos de este arte cuentan con estrategias discursivas diferentes a las de Esquivias, al estar centrados en las interacciones humanas, todos, al igual que la artista en estudio, hacen del arte: “…el lugar de producción de una sociabilidad específica…”(1) en donde las obras “…ya no tienen como meta formar realidades imaginarias o utópicas, sino construir modos de existencia o modelos de acción dentro de lo real”… (2) porque las obras, tal como insiste Esquivias desde su personalismo artístico, son formas para habitar el mundo (3).

 

BORRIAUD, Nicolas. Estética relacional. Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora, 2006.
(1) pp. 15.
(2) pp. 12.
(3) pp. 23. 

Entrada de Mónica Núñez Luis

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