El Barcelona Acció Musical, cumplió 18 años con 63 conciertos en 3 días repartidos por toda la capital catalana. Con un cartel muy local y grandes bandas internacionales, ésta era sin duda una cita obligada para melómanos ávidos de directos.
Jueves 23.
En Plaça Reial, contundencia del trío catalán Nueva Vulcano, sus firmes baterías de principio a fin y su guitarreo rock con toques sucios recuerdo de su pasado más hardcore, lograron en Te debo un baile llevarse al público a su terreno, llenando la plaza de coros improvisados.
Standstill copó el escenario de instrumentos de cuerda, viento y percusión. Su habitual formación de directo con 12 componentes, resultó un tanto excesiva para ese tipo de escenario. El sonido no les acompañaba; costaba diferenciar al trío de cuerda que de forma tan entusiasta interpretaba los arreglos melódicos de esta “banda polifónica experimental”. Basaron el concierto en su último trabajo, abriendo con Suena el teléfono y llegando a su momento álgido con el grito de “Ay niña que nos vaya bien!” de La familia inventada. El culmen vino a ritmo de doble batería en Adelante Bonaparte con una grandísima interpretación de uno de los temas más emblemáticos de su último trabajo.
Viernes 24.
En Plaça Reial, Gentle Music Men, elegantes sí –chaqueta y corbata, actitud cuidada– pero con poco feeling, canciones delicadas y bonitas difíciles de trasladar al directo sin que pierdan fuerza.
The Morning Benders, la voz melódica de su front boy, se coló por nuestros tímpanos hasta sacarnos una sonrisilla de complicidad. Presentaron su segundo trabajo Big Echo, con sus cuidadas guitarras y medios tiempos, dejaron que sus líneas de voces y melodías nos envolvieran en una atmósfera de película de serie B americana.
Parc del Forum: ventiladores, luces rojas, lentejuelas, brillos...; en una palabra: Glam! Goldfrapp con su esperado y estudiado look aparecieron en el escenario. Alison con melena rubia al viento y voz sensual a veces casi susurrante caló en todos sus seguidores. Diva del escenario, elegante ante el micro y en sus movimientos, atrapa, con ella entiendes el “electro glamour”. Presentó su nuevo disco Head first que no puede ser más discotequero y ochentero; para el bis, y vestida con plumas rosas, reservó sus ya archiconocidos Strict Machine y Ooh la la, culpables de su posición de reina del electro pop.
Sábado 25:
Antigua Fábrica Damm: Ok Go vestidos al modo de nuestros añorados Parchís, cada uno con un traje de un color (rojo, verde, azul y amarillo), presentaron su disco Of the blue color of the sky. El público reaccionó efusivamente a los temas que les han llevado a la fama, no tanto por la música en sí sino por sus singulares videoclips (como Here it goes again) y sorprendieron con divertidos gags: interpretando una canción con campanas, bajando del escenario para cantar en acústico en medio del público (osado fue el vocalista Damian Kulash por meterse en tal marabunta), juegos con una cámara insertada en el micro que daba primerísimos planos y un remate final con confeti para levantar las manos de todos los asistentes que disfrutaron de su espectáculo.
Y, por fin, Belle & Sebastian, en un lugar poco adecuado para citar a su legión de seguidores, resultando en un exceso de aforo que hacía imposible distinguir bien el sonido de la banda desde las posiciones más lejanas. Con un acertado paseo por su discografía, intercalando temas de su último trabajo, Push barman to open old rounds, Dear catastrophe waitress o The life pursui hicieron las delicias de todos, animados por un Stuart Murdoch que no paró de bailar en todo el concierto. A pesar de lo incómodo de las condiciones, el público se fue más que satisfecho, sin dejar de tararear su último y adictivo regalo musical, Me and the major.