Revista digital de cultura
y arte contemporáneo

ARTÍCULOS

jueves, 11 de abril de 2019

ELLA LITTWITZ. UN ELEFANTE EN LA HABITACIÓN

CENTRE D'ART LA PANERA. Lleida
Por: Alejandro Ratia
imagen

La instalación de Ella Littwitz (Haifa, Israel, 1982) ocupa la sala hipóstila de La Panera de un modo espectacular. He visto bastantes exposiciones allí, pero pocas tan ajustadas al lugar. A la virtud de desnudar la estructura de la sala, se suma la de invitar a la exploración del objeto expuesto. Cualquier crítica o comentario -salvo que se lea a posteriori- se convierte es un spoiler, y sacrifica la sorpresa en beneficio de la exegesis. Siendo esto inevitable, puedo intentar, al menos, partir de una supuesta ignorancia del visitante, e imaginar que su conocimiento previo se reduce a lo que leyó en el título: "Un elefante en la habitación". Se ha traducido aquí del inglés una expresión hecha (The Elephant in the Room), que se utiliza para describir un problema que nadie puede dejar de ver, pero que nadie se decide a resolver. El elefante con el que se encuentra el visitante se parece a la maqueta de un paisaje, fingido mediante un amontonamiento de neumáticos, pero cubierto por una red que ayuda a configurar las formas. De entrada, se puede pensar en términos de basura y reciclaje, pero también en términos de una deriva contenida. Los neumáticos son además elementos que se asocian a las balsas, y a las migraciones. El material de la red tal vez le suene al visitante, porque es ampliamente utilizado para controlar la erosión o estabilizar laderas, también para asfaltar caminos. Se trata de las geoceldas, y es un material que posee, por sí solo, un cierto atractivo, pues es una estructura de panal de abeja, flexible, adaptable, que cumple aquí, a la perfección, la misión de estabilizar ese caos de neumáticos. Dando la vuelta alrededor de la sala, no tardará en percibirse que aquello es un único montículo, con entrantes y salientes, e incluso con algún hueco que deja ver el suelo, pero todo comunicado. El símil geológico, que es el más inmediato, invita a pensar en una isla. Tal vez en un naufragio. El título que leemos a la entrada, lleva a entender esa aglomeración como un único ser, y también como un problema. La experiencia física del visitante invitaría a dibujar su silueta y a tomar distancias para interpretarla.

 

Si llegásemos a dibujar esa silueta, reconoceríamos de inmediato el Mediterráneo. La gran isla de caucho es su negativo, y lo que parecían lagunas son sus islas. Nos encontramos por lo tanto, ante otra frase hecha. Acabamos de descubrir el Mediterráneo.

Lo que Ella Littwitz revela, de inmediato, al invertir este mar, es su condición de obstáculo. Desde una orilla norte difícilmente se puede ver la otra. Oriol Fontdevila, el comisario de la exposición, plantea una pregunta clave: "¿Hasta qué punto el Mediterráneo no es solamente el medio de las migraciones sino también su causa?". Frente al lugar común del paisaje como construcción cultural, se nos plantea algo tan directo como la presencia del elefante en casa, del impacto de la geografía física en la política. El contexto israelí, en el que se ha educado Ella Littwitz, se caracteriza por el anclaje de la historia en un paisaje muy concreto, una predeterminación tectónica. Es posible que sus planteamientos partan de esa tradición judía, sumándose a la violencia que desata una geopolítica mística. A partir de ahí, la artista busca explicaciones más allá de la historia humana, en la Geodinámica. ¿Hay forma de cambiar las cosas?, se preguntará después. Frente al fatalismo, recuerda las alternativas de la utopía científica. Es por ello que desentierra la memoria de Herman Sörgel, un arquitecto alemán que, allá por 1927, propuso construir una gran presa en Gibraltar y desecar parte del Mediterráneo, ganando territorio y una vía de comunicación directa desde Berlín hasta Ciudad del Cabo.

Como comisario, Oriol Fontdevila plantea tres claves: residuos, redes y sequía. Es estupendo el arranque de su texto: "en el principio fue el residuo". El Mare Nostrum es lo que queda del Mar de Tetis, dicen los científicos. La instalación de Ella Littwitz plantearía una precariedad previa e inhumana. Los neumáticos que la configuran son residuos ellos mismos, pero reutilizables como medio de navegación rudimentaria, o como boyas, o en los puertos. El elemento que lo recubre todo, la red de geoceldas, tiene un valor semántico nuevamente ambiguo. Como nos recuerda Fontdevila: "esta malla dispone de un elevado potencial de conectividad a cambio de mantener las sustancias confinadas". Doble rostro de las comunicaciones, y paradojas de la desecación utópica y descabellada de Sorgel, puesta en práctica por Ella Littwitz en términos metafóricos, revelando el lado oculto, es decir, revelando lo real, acelerando las lecciones de la lenta y sabia Geodinámica.

Esta excelente intervención de Ella Littwitz debe ponerse en el contexto de obras suyas anteriores. El conflicto entre la tozudez de la naturaleza y el empeño político en manipularla parece una constante. El uso de las geoceldas se adelantó en la galería Harlan Levey de Bruselas, en la primavera de 2018. Tres esculturas suyas dibujaron allí, con este material, tres de los escenarios de las nuevas migraciones en el Mediterráneo. En aquella exposición se partía de una cita del Apocalipsis: "Un tercio del agua se volvió ajenjo y muchos hombres que lo bebieron murieron, pues se había vuelto amarga". En este enigmático pasaje, hay quien piensa que se alude a la mentira, como veneno de la palabra. También nos plantea un paralelo con las plagas del Éxodo. Recordaré aquí ese momento en que el mar se desecó milagrosamente para que pasase el pueblo elegido.

Comisario: Oriol Fontdevila

Hasta 19.05.2019 

Entrada de Alejandro Ratia

Ver entrada:  anterior siguiente
No hay ningún comentario publicado.
Escribe tu comentario:

Nombre o alias:


Comentario:


E-mail: 

Tu dirección de correo no será mostrada en este sitio

Código de seguridad:  Imagen de seguridad   aquí



Enlaces
Archivos

publicidad

X

Recibe nuestra información:

Hombre    Mujer     

E-mail: 

He leido y acepto las condiciones de privacidad 

X

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede cambiar la configuración de 'cookies' en cualquier momento. Más información aquí