O que arde (Lo que arde, 2019) protagoniza esta edición de la serie Intervalos, dedicada a la proyección de filmes recientes. La película, una historia sobre la contención y el deseo de destrucción basada en la vida de un pirómano, ha sido galardonada con el Premio del Jurado Un Certain Regard en Cannes 2019. Oliver Laxe, su director, presenta el primer pase y participa en un coloquio posterior a la proyección.
El Novo Cinema Galego ha sido una de las grandes noticias del cine independiente en años recientes. Jóvenes cineastas como Eloy Enciso, Xurxo Chirro, Eloy Domínguez Serén, Anxós Fazans, Alberto Gracia, Ramiro Ledo o Diana Toucedo, han tomado por asalto centros de arte y festivales internacionales para ofrecer una mirada idiosincrática en la que el análisis de lo popular y la relación entre territorio, memoria e identidad se fusionan con otras características del cine contemporáneo, como la negación del actor, la disolución de fronteras entre el documental y la ficción y los recursos experimentales en montaje y narración. El más representativo de esta generación de cineastas es Oliver Laxe, que ha sido premiado en Cannes en distintas categorías por tres de sus largometrajes: Todos vós sodes capitáns (Todos vosotros sois capitanes), Mimosas y O que arde.
Este último filme retrata una población rural en la España vaciada que se resiste a desaparecer. El regreso a la casa familiar de uno de los vecinos, el pirómano convicto Amador, desata la sospecha en la comunidad y conduce a una violencia soterrada y destructiva. El rodaje de incendios reales, el factor psicológico del paisaje y el trabajo con actores no profesionales -los habitantes de la propia sierra de Os Ancares (Lugo y León) donde se localiza la película-, dan forma a una obra trágica y bella a partes iguales.
Junto a O que arde, se proyecta también Y las chimeneas decidieron escapar (2006), un cortometraje temprano del autor, realizado en colaboración con Enrique Aguilar, que desarrolla a través de un lenguaje abstracto y experimental un tema cercano al del largometraje: la rabia contra la ciudad.
Para sobrevivir, un cuerpo, igual que una ciudad, emplea un número de diversas estrategias. Algunas de esas estrategias son puestas en acción para defender el organismo. Se pueden manifestar en gestos reflexivos, actos de desobediencia, actividades conscientes, o a lo mejor incluso planes premeditados, aunque algunas de ellas son también completamente inconscientes. Son, lo que un psicólogo normalmente llamaría mecanismos de defensa. Desde hace algún tiempo, podrían haber crecido, y aparentemente, están en la mente todavía de algunas personas. Habitan en lugares remotos, normalmente muy bien escondidos, y en el caso de que aparezcan, pueden hacerlo bajo formas complejas y engañosas: formas diseñadas para esconder sus verdaderas intenciones. Lo que estas entidades revelan de ellas mismas es a la vez hermoso e igualmente grotesco. Podrían distraer o incluso engañar al mismo organismo responsable de haberles dado forma poco a poco.
Objects of Defence constituye un completo cambio de contexto en el cuerpo de trabajo de Ludovica Carbotta titulado Monowe: The Powder Room. Este grupo de obras escultóricas fue concebido a principios de este año como un encargo para May You Live in Interesting Times, comisariada por Ralph Rugoff para la 54th edición de la Bienal de Venecia. La presentación de esta muestra deriva en una instalación site-specific adaptada a la arquitectura del antiguo almacén de pólvora de Forte Marghera, una Fortaleza amurallada del siglo XX construida a través de la laguna de Venecia.
Conectando con la resonancia metafórica del lugar, un edificio diseñado para proteger el entorno exterior de su explosivo contenido interno, el montaje exploraba las maneras en las que la imaginación humana pudiera activar emociones poderosas que podrían herir al cuerpo, incluso sin ningún peligro real inminente. La actual exposición en Marta Cervera pone de manifiesto cómo un cambio de escenario afecta a la percepción y revela diversos significados de una narrativa de un proyecto. Su práctica se centra en la exploración física del espacio urbano y en cómo los individuos establecen relaciones con el entorno en el que habitan. En recientes trabajos, mediante la combinación de instalaciones, textos y performances, investiga sobre la especificidad espacial ficticia, una forma de práctica artística orientada a espacios que considera lugares imaginarios o encarna lugares reales en contextos ficticios, rescatando el rol que tiene la imaginación como un valor de construcción de nuestro conocimiento. Carbotta ha completado sus estudios de MFA en Goldsmiths University en Londres(2015). Su trabajo ha sido presentado en la 58th International Art Exhibition, May You Live in Interesting Times, Bienal de Venecia (2019), comisariada por Ralph Rugoff.
Joaquín Mouliaá (Madrid, España, 1944) es un artista que usa la pintura como medio de expresión artística. En la exposición que acoge Freijo Gallery presenta obras de varias épocas, algunas de su primera muestra en la emblemática Galería Vandrés en 1971 (donde volvería a exponer en 1976 y 1979). Con el propósito principal de recuperar la memoria, la Galería Freijo presenta esta selección de obras, junto con algunos documentos, catálogos, el cartel de la Bienal de Venecia, artículos de prensa, fotografías y otros materiales, que proceden del archivo personal del artista y del archivo de Vandrés, actualmente en la Galería Freijo.
Se mostrarán las emblemáticas piezas del año 1990 y las obras más recientes expuestas el año pasado en la Fundación Suñol, en la exposición Homenaje a Vijande, que comisarió el artista Jose Luis Alexanco, quien decía que le llamaban la atención la alegría y el optimismo que veía en los últimos trabajos del artista. Se trata de una serie de obras abstractas y geométricas, realizadas en tonalidades vivas.
Mouliaá se comunica con el espectador a través de su obra. Con la pintura logra encontrar el equilibrio emocional, la paz y la felicidad. Ha desarrollado una carrera en solitario, a veces tan alejado y tan ausente que esta exposición representa para él un acontecimiento nuevo, un fenómeno un poco extraño. Inusual.