La Sala Recoletos de la Fundación Mapfre presenta una exposición de Jorge Ribalta (Barcelona, 1963), quien es comisario, crítico de arte y fotógrafo, actividades que ha compaginado desde el inicio de su trayectoria en los años 1980. En 2005 su trabajo experimenta un cambio radical que lo divide en dos períodos opuestos, al menos en su concepción de base. Durante el primero de ellos, su obra se focaliza en explorar poéticamente el naturalismo construido de la fotografía, mientras que en el segundo reorienta sus proyectos hacia una reinvención del documental.
La primera exposición de Jorge Ribalta tuvo lugar en la galería Metrònom de Barcelona en el festival Primavera Fotográfica de 1988. A finales de 1980 y principios de 1990 disfrutó de varias estancias en Estados Unidos, principalmente en Nueva York y Chicago, y en 1994 organizó su primera exposición en la Zabriskie Gallery, coincidiendo con su participación en la exposición New Photography 10, la influyente selección internacional anual de artistas emergentes que organiza The Museum of Modern Art [MoMA].
Como parte de su faceta como gestor cultural, fue director del Departamento de Programas Públicos del Museu d’Art Contemporani de Barcelona [MACBA] entre 1999 y 2009 y ha sido editor de varios libros de fotografía que son obras de referencia: Indiferencia y singularidad. La fotografía en el pensamiento artístico contemporáneo (1997, reeditado en 2003) o El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939 (2011). También ha sido colaborador habitual del periódico La Vanguardia, asesor de la colección de fotografía de la editorial Gustavo Gili y publica regularmente artículos y ensayos en diversos medios. Su obra ha podido verse en numerosas exposiciones colectivas y ha tenido monográficas en Madrid, Barcelona, Nueva York y París, así como en Salamanca o Cáceres.
La Sala Verónicas presenta, bajo el comisariado de Pedro Medina, una retrospectiva de Tomy Ceballos, figura esencial de los nuevos comportamientos fotográficos en España. Es reconocido como gran renovador del fotograma –no mediando cámara alguna en la producción de la fotografía–, gracias al uso poético y onírico que hace del mismo, ofreciendo desde finales de los ochenta una amplia gama de propuestas formales, que van evolucionando en diálogo con otras técnicas y siguiendo aspiraciones como la búsqueda de volumen de la escena fotografiada. Por ello, su obra manifiesta una constante inquietud, que se traduce en la incesante investigación acerca de las posibilidades artísticas de la fotografía.
Su retrospectiva no se plantea cronológicamente, sino como el intento de captar la esencia de la imagen fotográfica, entendida como la “presencia de una ausencia”, tal y como describe Plinio el Viejo el término “imagen”. De hecho, la ambigua formulación del título de la exposición intenta identificarse con esta definición, planteando un escenario de reflexión donde aparecen simultáneamente presencia y ausencia, rastro pasado y potencia futura, sin querer fijar una única aproximación a la obra.
La Sala Canal de Isabel II presenta la exposición “Algo, nada, siempre”, dedicada al fotógrafo Vari Caramés, que recoge la mayoría de su producción, enfocada a representar el lirismo de lo cotidiano.
Una selección de imágenes de diferentes proyectos que comparten unos mismos intereses por parte de Caramés, como son la importancia de lo cotidiano, la búsqueda de la atemporalidad, el despertar de las emociones o el encuentro con lo sorprendente. Unas fotografías emocionales y cercanas que capturan la sencillez de los acontecimientos a través de veladas y sutiles referencias.
La exposición se estructura en base a tres conceptos muy abiertos -algo, nada, siempre- que permiten la interrelación continua de las imágenes y transmiten el espíritu de la obra del artista. “Algo” conecta con su capacidad de rescatar lo insospechado de la realidad común; “nada” es lo superfluo de lo que se desprende para plasmar la esencia, y “siempre” remite a su afán por captar la atemporalidad en los fenómenos corrientes.
Tres conceptos que se desarrollan a través de una selección de imágenes que muestran las diferentes etapas creativas de Vari Caramés: la obra en blanco y negro -que produjo hasta los años 2000-, sus retratos, bodegones, paisajes y fotografías de calle, así como sus series Nadar, Tránsito, Color, Escenarios, Miraxes, Recreo, Pasatiempo y Lugares, su último trabajo.
Vari Caramés (Ferrol, 1953), referente de la fotografía en España desde los años 80 del siglo XX, representa el lirismo de lo cotidiano. Fotógrafo autodidacta y defensor de una mirada propia, su obra ha sido expuesta en la Fundación Luis Seoane de A Coruña o en PHotoEspaña y se conserva en instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Centro Galego de Arte Contemporànea, la Fundación Fotocolectania o el Institut Valencià d¡Art Modern.