“La luz y la furia”, es la primera exposición individual de Rubén Rodrigo (Salamanca, 1980) en la Galería Fernando Pradilla. Con tan sugerente enunciado y creando una paráfrasis del título original en inglés de la novela de William Faulkner “The Sound and the Fury”, el artista exhibe un conjunto de lienzos en los que busca suscitar la inmaterialidad de sus atmósferas pictóricas, realzadas por la acción del color y la luz. Son esos campos de color fundidos entre sí por las degradaciones tonales y la contaminación de sus contornos los que coneren a las obras de Rubén Rodrigo esa suerte de modulación espacial indeterminada, casi evanescente que consigue implicar sensorialmente al espectador, suspendido en un velo cromático.
La exposición que se exhibe ahora en nuestras salas viene precedida de una presentación más amplia en el DA2 Domus Artium de Salamanca, que contó con el comisariado de Carlos Triguero Mori. Como allí, la selección de obras agrupa óleos de reciente producción de pequeño y gran formato, y en esta ocasión incorpora una serie de collages en los que el artista “bajo una poética de lo residual utiliza trozos de pintura arrancados de diferentes soportes”, manteniendo el cuidado en el detalle y las claves plásticas que le caracterizan.
En la obra de Rubén Rodrigo no hay fricción entre el azar y el control, su hibridación es completa, y así lo expresa el artista: “En mi trabajo siempre ha existido una tendencia a la improvisación y a la búsqueda de lo sublime a través de procesos en los que intervenga cierto azar controlado. Este azar, el misterio y una determinada cualidad táctil, siempre relacionada con la levedad, han estado presentes en mi obra desde el principio. Actualmente estoy explorando las posibilidades formales del color en campos prácticamente monocromáticos. Quiero llegar a la máxima pureza mediante un proceso de mancha única dejando que la pintura, en un estado muy líquido, gotee extendiéndose por la supercie del lienzo, generando una vibración que varía según la luminosidad del fondo o su interacción cromática”.
Elipsis, pausas, contención, tiempo y sombra se convierten en categorías estéticas en las que Rodrigo sustenta su trabajo, toda una paleta de matices decrecientes que construyen las masas cromáticas de sus lienzos.
Inauguración: 17 de julio a las 20h.
El Centro Andaluz de la Fotografía presenta la exposición Taro y Capa en el Frente de Málaga. Las fotografías de las Brigadas Internacionales, comisariada por Fernando Alcalde, dentro de su programación de verano. Se podrá visitar hasta el 29 de septiembre de 2019 en la Sala IMAGINA.
La exposición está dividida en tres partes. Por primera vez, muestra las imágenes tomadas en el viaje que emprendieron los fotoperiodistas desde Almería hasta Calahonda (Motril) acompañando al batallón Tschapaiew de la XIII Brigada Internacional (material procedente del Internacional Center of Photography de Nueva York y de los Cuadernos de guerra de Les Archives nationales de Pierrefitte-sur-Seine). La segunda parte se centra en la implicación intelectual de los fotoperiodistas a través de la publicación de las imágenes en las revistas de la época que ilustran otros frentes de la Guerra de España (material procedente de la Bibliothèque nationale de France y de la colección privada de Christof Kugler (Archiv Spanischer Bürgerkrieg) en Frankfurt).
La última sección recoge imágenes y documentos sobre la presencia de las Brigadas Internacionales en el frente de Almería (material procedente del Archivo de la Resistencia Austriaca en Viena (Dokumentations archiv des österreichischen Widerstandes) y del legado de Alfred Kantorowicz en Hamburgo.
Jesper Just (Copenhague, 1974) es conocido internacionalmente por su ambiciosa utilización de recursos propios de las grandes producciones cinematográficas y su interés en reinterpretar, visual y materialmente, la estructura de una película. Explorando conceptos—como el voyeurismo, la vida urbanita o los conflictos de género—ligados íntimamente a la cultura del cine, el trabajo de Just sitúa las imágenes en un marco expandido donde adquieren una dimensión casi arquitectónica, a la vez que ponen de manifiesto su gran poder social.
La videoinstalación de dos canales Este espectáculo innombrable [This nameless spectacle, 2011] toma su título del poema “The Right of Way” del escritor americano William Carlos Williams, quien elogia la fascinante belleza de las situaciones anodinas que llenan nuestra vida cotidiana: ese “espectáculo sin nombre” de los pequeños fenómenos que se presentan ante nuestra mirada en un día y un lugar cualquiera. Mirados de cerca, estos hechos triviales resultan ser portadores de una desarmante belleza, de un enigma perturbador o de una verdad olvidada. El film de Just, dividido en dos flujos paralelos de tiempo y dos monumentales pantallas enfrentadas, nos ofrece una acción difícil de describir; una hipotética cadena de causas y efectos que nos dejan solamente presumir ciertas relaciones posibles. Dos personajes coinciden brevemente en su itinerario por el barrio parisino del Parque Buttes-Chaumont e intercambian miradas. Su mutuo escrutinio se repite entre las ventanas opuestas de sus apartamentos, hasta que uno de ellos sufre una crisis cuyo desencadenante podría tener algo que ver con el acto de mirar o ser mirado o quizás con el fuerte reflejo del sol. La ambigüedad de este acontecimiento es exacerbada por la del personaje protagonista que encarna la actriz y cantante transgénero Marie-France Garcia.
La obra de Just plantea, por medio del doble dispositivo panorámico, una lectura del urbanismo moderno y sus formas así como de la propia historia del ojo cinematográfico, jugando con las equivalencias de la mirada en movimiento y el panning shot. Igualmente, subraya los sutiles desajustes existentes entre la visión del público y las imágenes mismas, como piezas sueltas de un rompecabezas incompleto. El carácter mínimo de la historia contrasta con su atmósfera de dramatismo casi hitchcockiano, mientras que la falta de palabras o descripciones de la acción redunda en el anonimato de los personajes.
Comisario: Manuel Cirauqui