En 2018, año en que se celebra el 25.º aniversario de la inauguración del edificio del CGAC, su colección, que arranca en 1995 fruto de la conjunción de nuevas adquisiciones con depósitos pertenecientes a la Xunta de Galicia, se presenta como el poderoso eje vertebrador de un proyecto artístico y cultural integral para Galicia. El CGAC desempeña en Galicia la función de un museo nacional de arte contemporáneo.
Esto significa que es la institución más y mejor capacitada para construir historia(s) del arte desde una perspectiva pública, lo que obliga a una vocación de actividad investigadora, experimental, de estudio y de análisis crítico.
Esta aproximación a la colección pone de relieve cómo la creación combinada, a principios de los años noventa, de una facultad de Bellas Artes en Pontevedra y del CGAC en Santiago de Compostela, transforma radicalmente el arte hecho en Galicia. La aparición de estas instituciones contribuye a divulgar un conocimiento estético cada vez más profundo y complejo que se expande hacia la arquitectura, la empresa y la industria del diseño y de la moda, facilitando a su vez la emergencia (como normalización) de artistas mujeres de gran calado y propiciando, a través de las exposiciones y actividades del museo, la internacionalización y actualización de la cultura.
En el anterior proyecto sobre la colección del CGAC, Modelo x armar estaban presentes estas mismas preocupaciones, aunque formuladas de otro modo. La pregunta entonces era qué narrativa del arte en Galicia es posible construir a partir de la colección del CGAC.
Partiendo de la estructura del montaje y el recorrido, y de la urdimbre argumental que sostenía Modelo x armar, este nuevo proyecto expositivo traza contextos para el arte gallego: primero un marco español, entre los años cincuenta y los años ochenta, y a continuación, superpuesto, un ámbito internacional que a partir de los años noventa refleja la programación expositiva del CGAC y las compras de su colección. De este modo, se subraya la función transformadora del CGAC como institución cultural integral, colección, centro de arte y museo, y finalmente como arquitectura, en tanto que eje de modernidad y actualización internacional para Galicia.
El Museo ICO presenta la exposición En el tiempo. Carlos Cánovas que muestra la obra de uno de los fotógrafos de paisaje más relevantes de la actualidad. La muestra, comisariada por Juana Arlegui y organizada y producida por el Museo de la Universidad de Navarra en colaboración con la Fundación ICO, se incluye dentro de la Sección Oficial de PhotoEspaña 2018.
En el tiempo constituye un recorrido por el trabajo de Carlos Cánovas, en relación con lo urbano, desde los primeros años 80 hasta la actualidad a través de más de un centenar de fotografías, gran parte de ellas inéditas, agrupadas en seis series sucesivas: Tapias (1980), Extramuros (1983-1990), Vallès Oriental (1990), Paisaje sin retorno (1993-1994), Paisaje anónimo (1992-2005) y Séptimo Cielo (2007-2017). En ellas el protagonista principal es el paisaje urbano, del que le interesan sobre todo los espacios donde confluyen la naturaleza y la intervención del hombre, y que recoge en imágenes con una fuerte dimensión estética.
Su carrera ha estado marcada, desde sus comienzos, por su doble condición de fotógrafo y estudioso del medio. Asimiló influencias de autores de generaciones anteriores y de su propia investigación sobre técnicas y soluciones formales. Sus estudios sobre la historia del medio fotográfico, así como el conocimiento de lo que se estaba haciendo en otros lugares, sobre todo en Europa, jugaron también un importante papel en su forma de definirse y de entender la fotografía.
Tal y como señala el crítico de fotografía Alberto Martín, en su obra se percibe “una constante preocupación por cuestiones como la naturaleza del documento fotográfico, el proceso de elaboración formal de la imagen, la luz, o un asunto recurrente para él y que atraviesa su obra, como es la cuestión de la distancia con respecto a lo fotografiado, una distancia no solo física, sino especialmente emocional, y que de algún modo entronca también con el delicado y ambiguo asunto de la belleza, o si se prefiere de la poética, que no obstante, y no es una posición fácil ni frecuente en las últimas décadas, afronta con claridad y rotundidad”. Y concluye: “Se podría definir a Cánovas, en este sentido, como un fotógrafo eminentemente reflexivo.”
Sus fotografías son documentos poéticos construidos en momentos intermedios que preceden o rememoran grandes cambios sociales e industriales. Estos paisajes le sugieren múltiples lecturas en torno a los conceptos de espacio, distancia y tiempo, conceptos que utiliza igualmente para su particular y constante reflexión sobre la imagen fotográfica. Como el propio Cánovas afirma, “lo único que hace el fotógrafo es intentar que las cosas que recogen sus imágenes reflejen sus ideas previas, y también, de manera tal vez menos deliberada, aunque no menos importante, sus dudas”.
El trabajo de Carlos Cánovas, en su conjunto, constituye una suerte de registro crítico sobre la transformación de lo urbano. A la vez, esta exposición pone de manifiesto la idea del autor sobre la propia fotografía, “una actividad permeable a la experiencia personal, en cada lugar y en cada momento, una experiencia que puede manifestarse en respuestas diferentes, pero que, desde su carga poética, gira intensamente en torno a las ideas de tiempo y distancia”.
La Fundació Suñol presenta el trabajo realizado por Daniel G. Andújar (Almoradí, 1966) con motivo de su participación en documenta14 en 2017. El proyecto se estructura como una protesta visual contra la violencia y una actualización de la representación del conflicto en la actualidad, mostrando como éste afecta a las personas.
En 1955 se realizó la primera edición de documenta con la intención de recuperar el diálogo entre Alemania y el resto del mundo, perdido tras la Segunda Guerra Mundial, así como entrar en contacto con la escena artística internacional a través de una “presentación del arte del siglo XX”. Desde entonces la ciudad de Kassel ha desarrollado el papel de anfitrión, transformándose en el transcurso del tiempo en un incuestionable punto de referencia en la evolución de las artes. La edición de 2017 se tituló Learning from Athens, ya que el evento no tuvo lugar sólo en Kassel, como históricamente se había producido en las ediciones anteriores, sino que también tuvo lugar una primera exposición en la ciudad de Atenas.
Los comisarios de documenta14 invitaron a los artistas seleccionados a reflexionar sobre la situación social y política tanto en Europa como en el resto del mundo, así como sobre la tensión palpable entre el Norte y el Sur. Es en este marco que Daniel G. Andújar ha realizado la obra que se expone en la Fundació Suñol.
En Atenas el artista presentó una primera parte del proyecto bajo el título Los desastres de la guerra – Repatriation Akademia, una propuesta interdisciplinar centrada en temas como la nacionalidad, el dominio público o la propiedad cultural o intelectual, así como también la autenticidad, la reproducción, el robo o el saqueo de antigüedades. En el caso de Kassel, Andújar presentó una segunda parte del proyecto, Los desastres de la guerra – El cavall de Troya, que trata temas como la identidad cultural y la memoria, pero también el monumento, el estereotipo y el concepto de falsificación y verdad.
Estos dos proyectos son presentados por primera vez en conjunto, acompañados de una publicación que los reúne a ambos, y que contiene textos de Imma Prieto y María Dolores Jiménez-Blanco.