Joaquín Mouliaá (Madrid, España, 1944) es un artista que usa la pintura como medio de expresión artística. En la exposición que acoge Freijo Gallery presenta obras de varias épocas, algunas de su primera muestra en la emblemática Galería Vandrés en 1971 (donde volvería a exponer en 1976 y 1979). Con el propósito principal de recuperar la memoria, la Galería Freijo presenta esta selección de obras, junto con algunos documentos, catálogos, el cartel de la Bienal de Venecia, artículos de prensa, fotografías y otros materiales, que proceden del archivo personal del artista y del archivo de Vandrés, actualmente en la Galería Freijo.
Se mostrarán las emblemáticas piezas del año 1990 y las obras más recientes expuestas el año pasado en la Fundación Suñol, en la exposición Homenaje a Vijande, que comisarió el artista Jose Luis Alexanco, quien decía que le llamaban la atención la alegría y el optimismo que veía en los últimos trabajos del artista. Se trata de una serie de obras abstractas y geométricas, realizadas en tonalidades vivas.
Mouliaá se comunica con el espectador a través de su obra. Con la pintura logra encontrar el equilibrio emocional, la paz y la felicidad. Ha desarrollado una carrera en solitario, a veces tan alejado y tan ausente que esta exposición representa para él un acontecimiento nuevo, un fenómeno un poco extraño. Inusual.
La nueva exposición de Alfredo Alcain En tres dimensiones presenta más de treinta esculturas seleccionadas desde 1971 a 2019. La exposición es un recorrido apasionante por el trabajo de uno de los pintores españoles más destacados de su tiempo.
Alfredo Alcain es un pozo sin fondo. Después de presentar en esta galería Revuelto de Ajetes en 2017, ahora llega a Tiempos Modernos con En tres dimensiones, una selección de sus esculturas, bajorrelieves y cuadros con volumen. Una exposición con obras desde 1971 a 2019 que recoge el viaje de uno de nuestros artistas más importantes por los caminos de la escultura.
Nacido en Madrid, en el verano de 1936, Alfredo Alcain es pintor, grabador y escultor. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en la promoción de 1958 con un buen grupo de brillantes pintores. Inició su dilatada trayectoria artística en los años 60 y 70, en los que fue uno de los exponentes más destacados del Pop Art español –junto con Luis Gordillo o el Equipo Crónica– que reaccionó contra el informalismo del Grupo El Paso. Su pintura ha oscilado entre el pop y el realismo crítico, y su continuada labor como creador le ha llevado desde la pintura a la escultura, a los collages, a las composiciones con objetos encontrados y a los grabados.
Como escultor, Alcain ha desarrollado su propio lenguaje. Desde sus magníficos bodegones en bronce –donde su capacidad para el dibujo y su trabajo más artesano se traduce en una colección de piezas exquisitas– hasta sus objetos encontrados, que transforma con ingenio en piezas cargadas de ironía, las esculturas de Alcain forman una inesperada colección llenas de sorpresa, poesía y sentido del humor.
La exposición que inaugura en Tiempos Modernos es un sorprendente recorrido por este mundo en el que Alcain se muestra como un auténtico maestro. Desde la primera pieza de 1978, hasta sus últimos trabajos realizados este mismo verano para la exposición, es un recorrido inteligente por más de cuatro décadas de trabajo. Alcain en estado puro a través de unas piezas que en muchas ocasiones ven la luz por primera vez.
Artista inquieto y prolífico, Alcain no suele repetirse. Sus más de 80 exposiciones están llenas de sorpresas. “A lo largo de 50 años que he cumplido como pintor, se producen muchos cambios, que nunca han sido cambios bruscos; pero, lógicamente, la forma de pintar se va cambiando y hay muchas fases a lo largo de esa trayectoria”, afirma. Ese continuo caminar le ha llevado también a la creación escultórica, a los collages, a las composiciones con objetos encontrados y a los grabados.
El Palacio de Cibeles cumple 100 años en 2019. Exposiciones, conciertos y otras actividades han desgranado un programa que ha acompañado la efeméride del edificio a lo largo del año. Por ello, el broche final a las celebraciones tiene que ser el más festivo, gozoso y popular que concibe una ciudad como la nuestra: una verbena.
Todo Madrid queda invitado a compartir tres días de fiesta que celebre no sólo el cumpleaños del Palacio, sino que permita proyectar una mirada lúdica y divertida sobre lo imaginado, lo soñado y lo alcanzado, pero también sobre la posibilidad de lo inimaginable en estos cien años en nuestra ciudad.
El evento mira hacia atrás para convocar a la música, la gastronomía, las personas, la cultura, la actividad de aquel Madrid que vio nacer al Palacio de Cibeles; pero, como otra forma de encarnar las promesas de aquellos años, lo hará desde nuestros días. Así, la verbena se verá atravesada por una continua banda sonora que contará con los aires frescos y desinhibidos del cuplé de Glória Ribera y Laura Inclán, con los sones renovados de más allá del atlántico que proponen Candeleros o Los Pirañas, con las propuestas híbridas que, desde África, aportan al jazz o al pop Nadah el Shazy o Idris Ackamoor, o la interpretación desenfada y heterodoxa que hacen sobre la música clásica Patricia Escudero & Luis Delgado o L’Ocelle Mare. Charangas y DJs invitarán a compartir los espacios a través del baile.
Hay una evocación de la ciudad en su tradición gastronómica; sus aromas y sus sabores llenarán los espacios de la Galería de Cristal de la mano de la Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid y de Mahou.
Del mismo modo, hay una identidad asociada a los rincones y las gentes de Madrid, como se encargarán de mostrar las ilustraciones de Álvaro Bernís, Begoña García-Alén, Elena Éper, Javier Lozano, Joaquín Secall, Luis Pérez Calvo, Luis Yang, María Melero y Roberta Vázquez.
Y también habla de memoria al recordar una primera vanguardia artística que alumbró aquel Madrid y que se expresará en la verbena a través del color, en una llamada a la imaginación que también atravesará un buen número de actividades.
Fecha: 25, 26 y 27 de octubre