La Casa Encendida presenta la decimoséptima edición de Electrónica en Abril, un festival que reivindica el uso libre de la vanguardia, con músicos de perfil independiente que están llamados a protagonizar el futuro.
Este año, Electrónica en Abril ha puesto el foco en los artistas que han difuminado las fronteras entre lo popular y el underground, en productores que no han querido abandonar un lenguaje propio, cercano a la experimentación, pero con el que han conseguido llegar a una audiencia más grande. Entre otros, Kelman Duran o Clara! dan un giro a lo que se conoce como reguetón; Angel-Ho y Okzharp & Mante Ribane se mueven entre la identidad trans y la performance; Sinjin Hawke & Zora Jones y group A hacen uso de la polifonía y el entramado visual para transformar el formato de club, o Kelly Moran y Tashi Wada ofrecen su propia versión de sonidos reconocibles.
Electrónica en Abril toma el pulso a algunas de las figuras más interesantes y representativas del panorama musical contemporáneo, donde la vanguardia forma parte, cada día más, de la cultura mainstream y de aquellas producciones destinadas a un público masivo.
Fechas: 4, 5 y 6 de abril
Lugar: Patio, Auditorio
Espaivisor inaugura Geopolíticas de la naturaleza de Oswaldo Maciá, exposición que analiza Álvaro de los Ángeles en su texto: "El arte visual contemporáneo cuestiona hasta tal punto sus capacidades lingüísticas, que incluso puede existir como tal sin que las imágenes sean convocadas. Tal es el grado de evolución y sofisticación de la representación relacional. Aquello que en su esencia reflexiona sobre la visión —en cuanto percepción, generación y recepción final de las imágenes— también abre sus límites hacia otros sentidos, que emplea como cualidades sinestésicas. El olfato recurre al archivo personal de nuestros recuerdos, los más profundos, transportándonos hasta un origen primigenio; el sonido y la escucha fabrican a nuestro alrededor una realidad paralela que reflexiona sobre la duración y el tiempo. Estos son los medios; pero los mensajes, en la obra artística de Oswaldo Maciá (Cartagena de Indias, 1960), transitan a través de materias de investigación diversas que abarcan desde la mirada microscópica existente en la migración o la polinización de los insectos, hasta las decisiones macro-políticas que afectan nuestras vidas y los hábitats donde estas se desarrollan.
Todo lo que nos rodea es, para el artista, material registrable y reproducible: tomar una muestra de la realidad para generar su doble, clonándola, a través de grabaciones de audio; o bien producir un sucedáneo olfativo de cualquier elemento existente que nos haga sentir algo distinto de lo que vemos, revelando la incertidumbre como una de las bellas artes. Las experiencias sobre lo real abren un campo de significantes que se quedan a las afueras de sus significados, satisfechos de habitar en los límites. Más allá de un mero juego de conceptos, el lenguaje deviene elemento principal en esta serie de trabajos y la etimología de algunas palabras clave genera un vínculo innegociable entre el resultado final y su intención primigenia. Ecuación, fábula, migración, escenario… son algunas de ellas. En esa investigación acerca del origen existe una búsqueda y una extrañeza: la búsqueda de una suerte de esencia de los conceptos como fase previa a la utilización masiva y a su contaminación lingüística enriquecedora posterior; la extrañeza al comprobar ese descasamiento y pretender retomar, por otros medios, aquello que se proponía inicialmente. Este viaje de vuelta se realiza alambicando los conceptos y destilándolos, de los que se obtiene de nuevo una esencia. Las obras e instalaciones resultantes son el acervo sintético y selecto de un tema amplio, como la muestra mínima de una edición máxima: una relación invisible pero evidente con operaciones matemáticas de base sincrética. En cierto sentido, así opera la naturaleza según sus reglas sobre la supervivencia de la especie"
La Sala de Arte Joven presenta la exposición “We Are Still Alive, like Hydrogen and Oxygen”, uno de los proyectos ganadores de la X edición de la convocatoria Se busca comisario, que apuesta por nuevos modelos 'curatoriales', facilitando el acceso al mundo profesional de jóvenes comisarios.
Esta muestra, comisariada por Alejandro Alonso Díaz, se aproxima a las relaciones de interdependencia que definen nuestros ecosistemas sociales. Una exploración sobre los varios tipos de ecología que existen entre la materia viva y la inerte, y que atraviesan estructuras biológicas, culturales y económicas dentro de una sociedad globalizada y ultraconectada.
La exposición toma su título de una idea del libro In the Wake, de Christina Sharpe: “durante la historia de la esclavitud, miles de cuerpos fueron arrojados al océano, siendo devorados por animales acuáticos”. De este modo, los átomos de los esclavos continúan dispersos en los océanos (a semejanza de los restos de ballenas muertas, que son devorados por otras formas de vida acuática), soportando el ecosistema de la economía global: “Todavía vivos, como hidrógeno y oxígeno”.
El proyecto incluye obras de Forensic Oceanography, Jenna Sutela, Julia Morandeira, Alfonso Borragán, Martín Llavaneras, Alma Heikkila y Evan Ifekoya, que proponen una reflexión sobre las conexiones entre la extinción masiva de ecosistemas y la hegemonía del racionalismo occidental.