Durante los últimos treinta años, la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca ha recogido numerosos fondos fotográficos para su conservación y su difusión y ha sentado las bases necesarias para avanzar en la realización de una historia de la fotografía en el Alto Aragón y establecer las relaciones existentes entre los distintos fotógrafos oscenses, muchos de ellos aficionados.
Uno de estos fotógrafos fue Rodolfo Albasini (1895-1979), que nació en Battiggio (Italia), pero que pasó gran parte de su vida en Huesca, donde su familia tenía un negocio de hojalatería conocido como Los Italianos.
Desde edad muy temprana Albasini fue consciente de que la fotografía podía ser una forma de expresión artística y no solo un documento que reflejara el momento que le tocó vivir. Sin embargo, no renunció a ninguno de estos dos aspectos y a ambos los dotó del entusiasmo y la pasión que fue para él la práctica de la fotografía.
Albasini fue un fotógrafo que dominó la técnica con gran destreza en todos los procesos del acto fotográfico, desde la medición de la luz hasta el encuadre o el positivado, buscando efectos que dieran a sus obras el aspecto estético que deseaba. Quizás no se adentró con claridad en los movimientos modernos que surgieron en los años veinte y treinta del pasado siglo y, aunque los conociera y los tuviera presentes, prefirió quedarse en la efectividad, más popular, del pictorialismo.
Exposición y publicación reúnen una selección de fotografías escogidas entre las casi cuatro mil que forman la totalidad de su fondo y pretenden establecer una visión global de su trabajo incidiendo en aquellos aspectos que mas definen su obra, tanto temática como estilísticamente. Se aborda el contexto biográfico en el que se desarrolló su trabajo, su actividad como cronista de la ciudad de Huesca, el valor artístico de sus fotografías y los principales temas de su producción: el paisaje, el retrato y la documentación del patrimonio artístico.
Comisario: Ramón Lasaosa
Los museos de la Comunidad de Madrid presentan la tercera edición de “Mutaciones”, una relectura de estos espacios históricos y de sus colecciones en clave contemporánea, propiciando el acercamiento de los distintos públicos a estas propuestas artísticas.
En esta ocasión, el programa, comisariado por Jaime González Cela y Manuela Pedrón Nicolau, se titula “Adiós, que estés bien” y experimenta con las narrativas complementarias, alternativas y, en algunos casos, incluso ficcionales que atraviesan las cuatro instituciones participantes.
Cinco son los artistas que participan en esta edición de “Mutaciones”: Fernando Sánchez Castillo indaga en el hito de la historia industrial que rememora el Centro de Interpretación de Nuevo Baztán; Pere Llobera analiza la figura y la literatura del escritor en el Museo Casa Natal de Cervantes; Patricia Esquivias trabaja sobre la construcción histórica de la Casa Museo de Lope de Vega mientras que Mariona Moncunill investiga en torno a los museos especializados y los códigos museográficos en el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias.
Antoni Hervás, por último, interconecta los cuatro espacios a través de un trabajo de investigación dirigido a generar un evento, la visita “Discord”, programada para el 15 de junio, que redibujará todo el proyecto.
Fernand Léger y la vida moderna es una coproducción entre el IVAM y la Tate Liverpool que reúne más de cincuenta pinturas y dibujos del artista, además de un fotomural a gran escala, películas, diseños gráficos, libros y telas. El objetivo de la exposición es mostrar el estilo visual único de Léger, que dio vida a la intensa experiencia y energía de la metrópolis parisina en los primeros años del siglo xx. Así mismo, la muestra presenta a Léger como un artista comprometido políticamente, con una creencia inquebrantable en la función social del arte para todo el mundo. La exposición refleja la vivacidad de la era moderna, así como las colaboraciones de Léger con cineastas y arquitectos como Le Corbusier y Charlotte Perriand.
Exposición comisariada por Darren Pih, conservador de exposiciones y Laura Bruni, asistente de conservación, Tate Liverpool. La exposición fue desarrollada inicialmente por Lauren Barnes, anterior asistente de conservación, Tate Liverpool. Organizada en asociación con Tate Liverpool.