Casa sin Fin acoge una exposición de Iván Candeo, quien nació en Caracas en 1983 y es uno de los artistas venezolanos más relevantes de la escena actual.
En “La tercera orilla del río”, un relato magistral de João Guimarães Rosa, un hombre construye una canoa y, tras abandonar a su familia, se instala a vivir en mitad del río. Nunca amarra la embarcación en ningún muelle, nunca busca la orilla. Tampoco se pierde río arriba, ni río abajo. Sólo permanece allí, sin avanzar pero en perpetuo movimiento, apenas negociando con la corriente para garantizar su inmovilidad perpetua: “Voces y noticias llegaban cada tanto por boca de ciertas personas —pasadores, ribereños, incluso gente de las lejanías de la otra banda— diciendo que nuestro padre nunca aparecía para tomar tierra, ni en saliente ni en entrante, ni de día ni de noche, describiendo su manera de navegar por el río, dejándose llevar, solitario.” Y así se le van pasando los años, las décadas, mientras el hijo asiste atónito a esa transformación lentísima del padre en un fantasma.
Tal y como señala el escritor latinoamericano Juan Cárdenas, la obra de Iván Candeo aborda esa circunstancia paradojal del movimiento: siempre más acá de las fantasías bergsonianas sobre un supuesto “plano de inmanencia”, es decir, en el terreno de lo fenomenológico, en el terreno de lo estético deviniendo social, a efectos de configurar una experiencia del presente donde irrumpe la memoria colectiva, sus videos y pinturas se demoran en ese conflicto y nos presentan cosas quietas que se mueven, cosas que se mueven quietas, quietud ilusoria, engañoso movimiento. Y por curioso que parezca, esa característica emparenta su trabajo con la gran tradición venezolana del cinetismo, solo que Candeo consigue desplazar las investigaciones de Cruz-Diez y Soto hacia un relato más amplio del arte latinoamericano, donde salen a la luz las continuidades y discontinuidades de los complejos procesos de “modernización” —en los que el cinestismo, por cierto, jugó un papel tan relevante—.
En ese sentido, Candeo se nos presenta como una rara especie de forense benjaminiano, más preocupado por la disección de las imágenes del pasado que por la postulación de símbolos, siempre atento a las fisuras alegóricas que transforman a los iconos en ruinas. Como en esas novelas policiacas que muestran todos los ángulos de un mismo acontecimiento, revisitándolo obsesivamente, las piezas de Candeo desmontan al derecho y al revés los bloques de imagen-tiempo y detectan canales de perturbación sinestésica entre la voz, lo pictórico y lo cinemático. Asimismo, hay en esa noción de desmontaje una secreta voluntad constructiva en la que interviene una gestualidad afirmativa, una celebración de las energías cotidianas que se desatan en medio de la debacle.
Dentro de la programación para jóvenes <18, el MNCARS ofrece al público juvenil una experiencia en las salas del Museo y en el taller Flashback al presente, relacionada con la exposición Formas Biográficas. Construcción y Mitología Individual, que se podrá ver hasta el 31 de marzo de 2014). Las diversas relaciones posibles entre el arte, la vida, la creación y el relato, se abordarán a partir de la experiencia y la propia aportación de los jóvenes, teniendo en cuenta también las diferentes posibilidades exploradas por los artistas para narrar plásticamente historias de vida.
El proyecto partirá de una revisión del concepto “biografía”, con el fin de analizar cómo esta puede trascender la propia narración implícita en la etimología del término para llegar a convertirse en un factor impulsor de la creatividad aplicada a las artes plásticas.
La experiencia en las salas tendrá dinámicas de participación activa en diálogo con las obras de Michelangelo Pistoletto, Ed Templeton, Dorothea Tanning y Charles Ray. Tras este acercamiento activo a la tesis planteada por el comisario de la muestra, los jóvenes tendrán la posibilidad de plantear sus propias biografías en el taller, utilizando lenguajes alternativos en soportes no habituales, que les permitirán analizar el papel de los recuerdos en la construcción de su biografía, y también comprobar cómo el trayecto vital de cada persona se cruza con el de los demás.
Fechas: 8 febrero - 29 marzo, 2014 - 8, 15 febrero y 1, 8, 15, 29 marzo a las 16:30 h / 22 febrero y 22 marzo a las 11:30 h
Duración: dos horas y media
Entrada: actividad gratuita
Dirigido a: jóvenes de 13 a 18 años
Aforo: 15 jóvenes por sesión
Modo de inscripción: mediante correo electrónico a hastadieciocho@museoreinasofia.es o 91 774 10 00 ext. 2096
Para más información y programa completo aquí
La Fábrica acoge Bottaris, la nueva exposición de la artista coreana Kimsooja que recoge una selección de quince obras de su dilatada carrera pertenecientes a las seriesDeductive Object, Encounter- Looking into Sewing, To Breathe-Invisible Needle / Invisible Mirror y The Sun Unfolded.
La noción de bottari (hatillo de tela elaborado con colchas tradicionales coreanas) como un todo y una totalidad y el concepto de coser, han sido componentes centrales en el trabajo de Kimsooja durante tres décadas. Haciendo varias preguntas sobre los aspectos formales del cuadro, la escultura, el objeto y la instalación, la muestra Bottaris aborda cuestiones como el cuerpo; el yo y los otros; la relación entre el yin y el yang, la vida y la muerte. Además, el bottari es un elemento que se ve con frecuencia en sus performances, en sus fotografías o en sus vídeos como metáfora de la tradición coreana y de acto de cohesión social.
En la muestra, la artista presenta tres cuerpos de trabajo. En cada uno de ellos se aproxima al concepto de bottari y su relación con la teoría coreana del color, conocida como Obangsaek, y la tensión que rodea la figura performativa. Indicando cuatro puntos cardinales en el centro, la teoría Obangsaek dibuja la relación del Yin y el Yang, el Chamanismo y el Taoismo. En estos tres cuerpos de trabajo, la teoría Obangsaek se despliega en relación a la presencia/ausencia dinámica del cuerpo en escena.
Inauguración: 4 de febrero a las 20.00 h.