LABoral presenta el proyecto ganador de la Beca de producción DKV Seguros - Álvarez Margaride, Prótesis discursiva (Una conversación alquímica) de David Ferrando Giraut.
El proyecto supone un intento de cuestionar la difícil relación entre investigación científica y procesos de toma de decisiones políticas, en un momento en el que resulta imposible seguir ignorando el impacto que el género humano ha tenido sobre el planeta a lo largo del último siglo, en lo que recientemente se ha denominado el Antropoceno (una era geológica marcada por profundas transformaciones en la Tierra producidas por acción antropogénica).
Se compone de una instalación audiovisual – una proyección mural de grandes dimensiones y sonido cuadrafónico – y una pieza de animación digital para monitor.
Con la reforma de la ley energética en España como telón de fondo, el artista realiza una serie de entrevistas a un grupo heterogéneo de personas (un activista ecologista, un abogado, un economista, un geólogo, un meteorólogo, una doctora especializada en salud y contaminación ambiental, un catedrático de Ecología y especialista en Oceanografía y Cambio Climático y una filósofa de la ciencia). Fragmentos de estas grabaciones son reproducidos desde cuatro altavoces de carácter escultórico, cuya forma remite a los símbolos alquímicos de los cuatro elementos de la naturaleza. Esta referencia tiene su correspondencia en la base sonora reproducida desde cada uno de estos altavoces – compuestas por el músico Nigel Yang – y en la proyección mural en la que una colección de objetos de uso cotidiano son exhibidos junto a utensilios provenientes de momentos históricos y civilizaciones diversas, con los que se podría decir que comparten genealogía. Tal colección evidencia la imbricación entre los elementos naturales y su domesticación tecnológica como uno de los rasgos definitorios de la cultura humana a lo largo del paso del tiempo, cuestionando la percepción de naturaleza y cultura como realidades estancas.
La pieza para monitor Amanecer nos sitúa ante un personaje animado digitalmente – de rasgos familiares – que recita en orden cronológico una lista de avances tecnológicos relevantes para el desarrollo humano. A medida que la frecuencia de las palabras aumenta, el software de animación se encuentra con dificultades para sincronizar el movimiento de los labios del personaje al sonido de las mismas.
La exposición toma el título de una noción que el filósofo, sociólogo e historiador de la ciencia Bruno Latour utiliza para referirse a los procesos e infraestructuras mediante los cuales los investigadores científicos logran “dar voz” a los elementos no humanos que, a pesar de formar parte fundamental de nuestra existencia, carecen de lenguaje.
A lo largo de un día y de forma ininterrumpida, SUSO33 intervino la fachada de Fundación Canal. En esa ocasión el artista urbano ha realizado su obra a plena luz del día, y ha podido ser captado no sólo por la Fundación sino por el numeroso público que, sorprendidos por la acción, fueron testigos de su hazaña.
A través de un proceso minucioso, complejo y colorista, el artista ha dado vida a su creación Tiempo de exposición, en homenaje a la muestra que se exhibe en la Fundación Canal con el título de Metrópolis, 30 años en vanguardia, en la que se reconoce la labor de difusión cultural hecha a través del programa de televisión que da título a la exposición.
SUSO33 es un artista precursor del graffiti y pionero del arte urbano en España. Su obra es conocida a nivel internacional y se ha podido ver en museos, espacios de arte y galerías de todo el mundo a pesar de que sus raíces se encuentran en los espacios públicos.
La intervención efímera Tiempo de exposición podrá verse en la fachada de la Fundación Canal hasta el próximo 17 de agosto. No obstante, se ha realizado un vídeo resumen y un time-lapse donde se observa todo el proceso de creación en el que distintos individuos, sus famosas presencias-ausencias, adoptan los colores de las barras televisivas, evolucionan del blanco y negro al color y terminan conformando una única gran figura, símbolo de la fusión de los espectadores entre sí y de su unión con la televisión.
Comisariado por el arquitecto Jacobo García-Germán, La Casita Azul es un espacio en CentroCentro que alberga, cada cuatro meses, una muestra de pequeño formato sobre algunos de los proyectos más importantes que se están desarrollando en el panorama actual de la arquitectura española. En todos los casos se ha tomado como premisa común para la selección de proyectos que se trate de trabajos aún no edificados, de proyección internacional, que muestran de modo significativo nuevos usos y modos de la arquitectura y que sean proyectos que ensayan nuevas fórmulas de diseño, aplicación y práctica aplicadas a equipamientos culturales en general y museísticos en particular.
En esta línea se encuentra la exposición Práctica Global. estudio Herreros, en la que se muestran algunos de los proyectos más significativos que está acometiendo en diferentes países de tres continentes: Complejo Residencial y Equipamientos en el barrio EcoCité en Marsella, el Museo Munch en Oslo, Centro de Congresos Ágora en Bogotá, Barrio ANFA en Casablanca, Sede del Banco Panamá y espacio público 4-way en Gwanyou, Corea. Prolongando y ampliando el discurso desarrollado en Dialogue Architecture, la instalación ideada por el madrileño estudio Herreros para la Bienal de Venecia de 2012, Práctica Global insiste en reclamar una situación colaborativa, incluyente, de ambición colectiva y alcance internacional para la práctica contemporánea de la arquitectura.
Esta posición se ejerce desde una doble creencia. Por una parte, la de que el campo ampliado (físicamente, gracias a la creciente movilidad global y, virtualmente, debido a los avances tecnológicos de comunicación) en el que se mueve el arquitecto actual conforma un tapete complejo cargado de mecanismos de operación que necesariamente han cambiado -están cambiando- las formas de hacer arquitectura; de pensarla, comunicarla y llevarla a la práctica. Por otra parte, el trabajo que presenta Práctica Global reclama y recupera un cierto protagonismo de la arquitectura como tal; arquitectura que en su fisicidad, objetualidad, complejidad en el manejo del programa, las relaciones con la ciudad o las condiciones ambientales, es capaz de volver a jugar un papel preponderante en la vida de las personas.
Un protagonismo tantas veces cuestionado por la emergencia de “lo virtual” o la sucesión cacofónica de estilos y modas y que en los trabajos presentados de estudio Herreros se manifiesta en un contundente conjunto de seis proyectos internacionales que comparten un estado proactivo hacia las ciudades en las que se instalan. Un estado proactivo, o militancia de la arquitectura, desde una posición confiada en sus capacidades para provocar un efecto provechoso que la inminente construcción de estos cinco proyectos pronto confirmará.