El centro de Arte Alcobendas presenta la exposición Raw Approach del artista español Maíllo (Madrid 1985). Comisariada por Tiago de Abreu Pinto, está articulada alrededor de una instalación a modo de evidence board (formado por pinturas, dibujos, esquemas, pruebas de color, notas, lienzos, apuntes, entre otros) que explora las diversas posibilidades de engendrar investigaciones ontológicas y existenciales en relación al cuerpo y a sus procesos mentales.
La investigación, que se ramifica en una anatomía de ruidos diversos, es un aspecto esencial en la poética de Maíllo. Las imágenes en sus pinturas funcionan como pensamientos que se articulan en relación al mundo que nos rodea, lo que los alemanes llaman Unwelt, con el fin de trazar su mapa ‘hodológico’ – constituido de movimientos de vías dirigidas psicológicamente, las dinámicas de las relaciones y el comportamiento personal ante las barreras del entorno-. El artista, a través de la pintura, reflexiona sobre sí mismo y sobre el mundo haciendo patentes fuerzas invisibles. Él entiende la pintura como motor de pensamiento. Pensamientos, en forma de pinturas, que se convierten en diagramas y mapas conceptuales sobre cuestiones políticas, sociales y culturales.
El título de la exposición, traducido como acercamiento en crudo, hace referencia a la multiplicidad de significados que reside en la palabra raw – crudo, en carne viva, bruto, puro, franco – y sus distintas interpretaciones al asociarla a la postura que tiene el artista al enfrentarse a la vida. Además, su sonoridad, como los demás títulos utilizados por el artista en pasadas exposiciones y obras, se acerca al ámbito de la música, como el jazz y el hip-hop. Su título es también una de las claves para entender la pieza central de la exposición. Un análisis cercano podría poner en evidencia en el cuerpo-biológico, en el cuerpo-cosa, del mapa conceptual Evidence Board (2015) una estructura rizomática llena de territorios parcialmente volubles. Este es el espacio donde escuchamos al artista. Vemos agrupados los distintos puntos de referencia que él utiliza para desarrollar sus obras. Los distintos cuerpos imagéticos y textuales forman parte de una multitud concreta donde todos los elementos afectan por consiguiente a los otros y continuamente son afectados por ellos mismos en un delirio, una locución sin respuesta. Esas masas de conceptos e ideas se definen por su potencia de afectar y/o ser afectados.
En las paredes podemos ver pinturas finalizadas de pequeño y medio formato que presentan puños –símbolo principalmente utilizado por activistas y grupos como los movimientos feministas, el Partido Pantera Negra, Occupy Wall Street, el movimiento Nothern Soul, entre muchos otros– que hacen referencia a la unidad, a la fuerza y a la resistencia. Los puños forman parte de una serie de dibujos anatómicos que Maíllo realiza sin disponer de una referencia visual. Su desarrollo ocurre cuando el artista a través del aprieto de su mano se centra en la sensación de este estímulo. Por eso se le rebasa por todas las partes de la obra una carga emotiva traducida por el apretón de la carne de su mano, el balanceo de su ritmo respiratorio, el aumento de su tono muscular, su tensión y ritmo arterial, su energía desprendida al realizar este movimiento mecánico duradero y el incremento de los intercambios bioquímicos mezclados con una multitud de acontecimientos psíquicos. Estas obras son trasunto de los esquemas conceptuales –como el plasmado en el evidence board– y funcionan también como bosquejos de sensaciones y emociones – que van desde un dolor emocional o físico hasta una tristeza pasiva o un miedo activo. Estos dolores y emociones vuelven a cada instante al objeto emocionante y se alimentan de él en una síntesis eterna. No obstante las obras de Maíllo rompen esta unión poniendo sujeto emocionado y objeto en un estado abierto al espectador. Juntas, estas pinturas forman el complejo y cacofónico tejido psicogeográfico del artista en su búsqueda incansable de cartografiar al sujeto que se pierde y transfigura entre las fricciones urbanas del día a día.
La galería Joan Prats presenta Nidal, la primera exposición de Victoria Civera en este espacio, que reúne una serie de objetos y dibujos realizados durante los últimos años por la artista.
Nidal* describe simbólicamente el modo de pensamiento de Victoria Civera en su proceso de trabajo, aportando un orden de ritmo y movimiento a sus piezas, que crecen lenta y azarosamente, tejiendo una infinita membrana, hecha de materiales, objetos, superficies, color y pieles diferenciadoras, como si se tratara de palabras aisladas.
Su desarrollo es una reflexión sin pausa, entre silencios y susurros, donde Civera parece invitarnos a un viaje, a una experiencia concéntrica, fundamentada en una lógica de pensamiento poético, donde la artista se encamina al encuentro de la frase, suceso, sujeto y obra. Mezclando vocabularios e hibridando lúdicamente sintaxis, exponiendo quebraduras donde figuración y abstracción desbordan sus fronteras convencionales, su obra crece hilvanando fricciones y sentidos, enfrentándose a su infancia y recreándola, con reflexión, drama y humor.
* Creación, deseo, ilusión; principio, fundamento, motivo de que suceda o prosiga algo: creencia. Refugio, interior, casa, pensamiento, introspección, doble espejo.
La artista Miriam Fernández Lara, seleccionada en el XXV Circuito de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid, presenta el 15 de abril una intervención en el Museo Lázaro Galdiano inspirada en las fiestas que se realizaron en Parque Florido. Esta intervención se enmarca dentro del nuevo programa Circuito Madrid que lleva el arte joven a nueve destacados espacios culturales madrileños entre los que se encuentra el Museo Lázaro Galdiano.
Miriam Fernandez Lara propone recuperar las fiestas que tenían lugar en Parque Florido, hoy Museo Lázaro Galdiano, con su intervención “Obra Viva” que tendrá lugar en dicho museo. El Palacio, residencia de José Lázaro, su esposa Paula Florido y los hijos pequeños de esta, Rodolfo y Manuela, fue escenario a principios del siglo XX de sonadas fiestas a las que acudían destacados políticos, aristócratas, literatos y diplomáticos. Hoy en día los verdaderos habitantes de este singular palacete lo forman un equipo de conservadores, administrativos, vigilantes de sala o bibliotecarios que hacen posible conservar, estudiar, exponer y difundir la Colección Lázaro. De ahí el nombre “Obra Viva” con el que Miriam Fernández Lara ha titulado esta intervención: “es aquello que está por debajo de la línea de flotación, la parte sumergida que no se ve”, es decir, “todo lo que no se ve es lo que permite la realidad de lo que vemos”. Para visualizar la “Obra Viva” la artista propone una intervención en la que se conjuguen trabajadores de la institución y público, y qué mejor manera que hacerlo mediante un encuentro. Se invita al público a participar en una nueva experiencia que consiste en visitar en exclusiva la primera planta del Museo, piso noble del palacio, donde podrán pasear por su magnífico salón de baile, lugar elegido por Paula y J. Lázaro para celebrar sus fiestas, y contemplar algunas de las más destacadas obras pictóricas de su colección realizadas por Goya, Velázquez, Murillo, El Greco, Carreño o Madrazo. A las 20.45h se cerrará el Museo y ya en el jardín, denominado Parque Florido en honor a la esposa de Lázaro, a la hora del ocaso y rodeados de música en vivo a cargo del grupo de rock indie Linier, se invitará al público a que dialogue con el personal del museo. Previamente los asistentes podrán enviar sus preguntas a través de Facebook, Twitter @Museo_Lazaro o en el email bajolalineadeflotacion@gmail.com