Formada en la entonces denominada Escuela Superior de Bellas Artes de Bilbao, Juncal Ballestín (Vitoria-Gasteiz,1953-2015) desarrolla una obra que se caracteriza por la pluralidad de materiales, medios y técnicas empleados: pintura, dibujo, instalación, vídeo, obra gráfica… todas ellas estructuradas en series, de las que destaca, por su troncalidad y duración, la dedicada a la pintura titulada Pintura. Apología, 1975-2013. Renuente a las palabras como medio de «comprender» el trabajo del arte, deja escrito en el catálogo de la exposición en la Sala Amárica –1993, sin texto comisarial– algunas notas sobre las necesidades, sensaciones y materiales a modo de acercamiento a su trabajo:
«Respeto demasiado el tiempo de todos nosotros. Siempre he agradecido la claridad escueta en las palabras. Prefiero dejar amplia y libre la imagen.
Solo considero necesario explicar el cómo y el porqué del proceso que da origen a mis trabajos, introducir con sencillas apreciaciones la diversas series.
Algunos de los objetos y materiales llegan a mí por azar, traídos por las inclemencias del tiempo (un fuerte viento que derriba un árbol y, con él, cae la hiedra que lo abraza). Otros, por las labores propias del campo, como la poda o la búsqueda de “tutores” para la huerta. O quizá aparecen por hallazgo de algunos amigos que, sensibilizados con mi forma de trabajar, rescatan o me informan de la existencia de los más variados elementos. (…)
Esta forma casual de llegar a los materiales, y el deseo de trabajarlos, no son siempre fenómenos rápidos directos, sino que la mayor parte de las veces, esos objetos esperan años a ser redes cubiertos en el almacén. Es entonces cuando son incluidos en una u otra serie de pintura ya planteada».
Una labor pausada y ajena a las formas y ritmos de producción vertiginosos impuestos en el hacer del presente que dejan ver una especie de «ascesis» en su dilatada trayectoria: «Alejada de los circuitos habituales del arte, Juncal Ballestín ha cimentado su trabajo alrededor de la lentitud y la contemplación. Interesada en los procesos, su mirada reflexiva (ex)pone la experiencia estética frente a las cosas tal cual son, siendo este ser un devenir siendo: soy aquí ahora», se apuntaba en uno de los textos producidos con motivo de una de las últimas muestras individuales realizadas por la artista en la Galería Trayecto.
Destacan sus primeras exposiciones individuales en la galería Eder Arte de Vitoria-Gasteiz (1978), la Galería Rekalde de Bilbao (1979) y la Sala Araba (1980), así como las que posteriormente realizó en la Sala Amárica (1993), en la galería CM2 (1996), en Trayecto Galería (1998, 2005 y 2008) y en el Centro Cultural Montehermoso (2008). Su obra está representada en las colecciones del Museo Artium, del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, de la Fundación Vital y de la Biblioteca Nacional, entre otras instituciones.
Comisariado: Fernando Illana
Las obras de Rosa Brun (Madrid, 1955) que se pueden ver en la Galería Rafael Ortiz de Sevilla plantean, a través del tiempo, un diálogo no interrumpido desde la materia, el espacio y el color. Las obras de Rosa Brun se fundamentan en la ausencia absoluta de representación y en la esencialidad material del color como soporte, forma y superficie. En la exposición podemos contemplar obras como “Elemento del Natural 17” (1992), “Endanus” (2010), “Obión, Aman” (2014), “Dacrónicas” (2020) … en las que la autora recurre a la utilización de diferentes soportes y materiales como son el lienzo, el hierro, la madera, el aluminio, el cobre... De este modo, crea en el espectador sensaciones contrapuestas de peso y levedad, vacío y lleno, verticalidad y horizontalidad, invitando a indagar sobre las estructuras y nuestra propia capacidad perceptivas.
En palabras de la artista: “La materia como soporte, sus cualidades cromáticas, táctiles, su brillo, su color, lo mínimo de su apariencia, me sorprenden; me identifico con su precariedad y su inevitable relación con el equilibrio constante de los procedimientos que conforman mi obra, entre lo que aparece y lo que no está, entre lo mínimo y su desbordamiento en grandes superficies; la imprecisión ajustada de materiales, bordes, sombras, esquinas, lo lateral, los solapamientos que se entrecruzan con timbres de pinceladas sostenidas e inacabadas, para decir algo, para buscar ese último pulso a la realidad de lo que no está”.
Rosa Brun es licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y Catedrática de Pintura de la Universidad de Granada. Ha realizado exposiciones en el Palacio de los Condes de Gabia, Granada; Koldo Mitxelena Kulturunea, San Sebastián; Centro de Arte Contemporáneo, Málaga; Museo Patio Herreriano, Valladolid; CEART, Fuenlabrada, Madrid; The Patricia & Phillip Frost Art Museum Florida International University, Miami; New York Public Library, Nueva York; Museum of Contemporary Art (MACBA), Buenos Aires; Museo de Arte Contemporáneo de Moscú, MMOMA, Moscú. Su obra se ha expuesto en las ferias The Armory Show, Art Basel/Miami Beach, Art Chicago, Zona Maco México y ARCOmadrid.
Hasta: 15 de mayo de 2021
El poder de las imágenes, de los símbolos, del icono, pero también la representación política de la historia, sus manipulaciones y omisiones, son cuestiones sobre las que se ha reflexionado de forma abundante desde la propia teoría e historia del arte.
El nuevo monumento ya no es aquel que comparece sobre el pedestal en el espacio público, ya no se trata de la metopa sobre el muro, de la placa sobre la pared, del busto del político, del retrato ecuestre del militar, de la estatua del evangelizador, del homenaje al conquistador, ni de esos fálicos monolitos que se mantienen erectos en nuestras plazas. El nuevo monumento responde a iconografías más sibilinas y sutiles que son indiscriminadamente distribuidas por las redes, signos ingeniosos que nos resultan atractivos en su superficie, símbolos de apariencia amable que asimilamos casi sin darnos cuenta, sin apenas generar conflicto, pero que van institucionalizando en nuestro interior todas esas ideas tiranas e indiscriminadas que poco a poco logran sus demoledores objetivos, en ocasiones desde el ruido, otras veces desde el silencio y la ocultación.
Breaking the Monument es una selección de obras de artistas provenientes de contextos muy diferentes que, de muy diversas maneras, atacan el poder de las imágenes preestablecidas, de todas aquellas que nos manipulan y condicionan, que nos limitan, que nos reprueban, censuran y autocensuran. Un conjunto de creadoras que trabajan desde la sutileza, pero también desde el ataque frontal, desde la iconoclastia y la subversión de los símbolos, desde unas nuevas imágenes de lucha y de contrapoder, desde la omisión, la transmutación y la ironía, desde la visibilización y el conflicto, una imaginería de defensa, reacción y contraataque, que opera desde la barricada y la poesía, que funde los bronces, que convierte en escombros el mármol, que crea las nuevas imágenes de resistencia desde la emoción y la razón.
Comisariado: Santiago Olmo y Fernando Gómez de la Cuesta
Artistas: Ana Laura Aláez, Manal Al Dowayan, Ghada Amer, Zoulikha Bouabdellah, Kimsooja, Claudia Peña Salinas, Marinella Senatore, María María Acha-Kutscher
Hasta: 13 de junio de 2021