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y arte contemporáneo

NOTICIAS: Arte

22/04/2021
Pep Agut en el Palacio de Cristal (MNCARS)

El Museo Reina Sofía presenta “Meridiano de Madrid: sueño y mentira”, un proyecto de Pep Agut (Terrassa, 1961), creado específicamente para el Palacio de Cristal del Parque del Retiro, en el que el artista reflexiona sobre el contexto histórico en el que fue construido el Palacio (diseñado por Ricardo Velázquez Bosco) entre los años 1884 y 1887 para la Exposición General de las Islas Filipinas e inspirado en el Crystal Palace de Joseph Paxton de Londres (1851).

El título de la muestra hace referencia a dos aspectos cruciales para el desarrollo de la exposición. Por un lado, tenemos el “meridiano de Madrid”, que tiene su origen en el año 1884, cuando en octubre tuvo lugar en Washington la Conferencia Internacional en la que se aprobó establecer un meridiano único de referencia, tangente con el Real Observatorio de Greenwich. España promovió en ese mismo año un intento, fallido, de crear un meridiano local 0º de Madrid (3º 41´ 16´´ al oeste de Greenwich, 14 minutos y 41 segundos por delante de aquel). Este meridiano de Madrid fue tomado también como referencia en el catálogo de la Exposición General de las Islas Filipinas, inaugurada en 1887. El desastre de 1898 hizo del todo insostenible un meridiano propio; no obstante, en 1942, España, por decisión de Francisco Franco adopta finalmente el huso horario del meridiano de Berlín, por el que todavía se rige hoy en día.

Ese texto del catálogo editado por el gobierno español para la Exposición General de las Islas Filipinas ha sido una de las fuentes principales de inspiración para Agut a la hora de realizar este proyecto; junto con la obra de dos ilustres artistas españoles que viene a completar, además, la segunda parte del título de la muestra: “sueño y mentira”. Se trata de Goya y “El sueño de la razón produce monstruos” (1799), y de “Sueño y mentira de Franco” (1937) de Pablo Picasso.

En la exposición se pueden ver varias columnas de escayola distribuidas por el suelo, que reproducen las originales del Palacio, cuyos moldes están hechos en seis partes de las que solo se han montado dos: “A partir de la estructura central donde se encuentran estas dos columnas, se van construyendo espacios para expresar diferentes grupos de ideas”, cuenta Agut. Los objetos resultantes no dejan de ser una huella del proceso para su construcción, y esa disposición horizontal resta al origen arquitectónico del Palacio todo rastro de funcionalidad. La individualidad de cada columna o la de cada una de las partes y secciones surgidas de sus moldes se completa con una serie de inscripciones realizadas por el artista, que comparte herramienta, el buril, con los grabados de Goya y Picasso, sobre todo con los aguafuertes mencionados previamente: “El sueño de la razón produce monstruos” (1799) del primero o “Sueño y mentira de Franco” (1937) del segundo, uno de los trabajos preliminares para Guernica. Pep Agut se apoya y continúa de esta manera aquella línea de ese pensamiento crítico desde las artes hacia unas circunstancias políticas que lastran al conjunto de la sociedad.

Al mismo tiempo, junto a cada grupo de columnas, Agut ha dispuesto un amplio conjunto de tubérculos de escayola creados a partir de moldes extraídos de raíces naturales, algunos de origen norteamericano y filipino, como los siete que se encuentran en la estructura central. Agut los asocia sarcásticamente (los llama "Franquitos") con las que se aprecian en la representación que Picasso hizo del dictador en las dieciocho pequeñas viñetas que conforman los grabados mencionados.

En definitiva, en “Meridiano de Madrid: sueño y mentira”, Pep Agut reflexiona sobre todas estas circunstancias desde el momento presente, y nos invita a releer y experimentar aquellos tiempos y sus amplias similitudes con lo que vivimos en la actualidad. 

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21/04/2021
"Días y noches" de Salomé del Campo en el CAAC

El CAAC de Sevilla acoge "Días y noches" de Salomé del Campo. 

Los estudios visuales, que alcanzaron su momento álgido con el cambio de milenio, han analizado desde distintas disciplinas la ingente circulación pública de imágenes. La pintura por el momento mantiene su pertinencia en la producción de significado cultural pero, al menos la más contemporánea, ha perdido su papel preponderante en la distribución global de la representación. En este contexto es donde Salomé del Campo (Sevilla, 1961) ha desarrollado su trayectoria desde la segunda mitad de los años 80 hasta la actualidad. De hecho, su producción pictórica podría entenderse como un análisis de determinadas imágenes que proceden de distintos canales de distribución de la visualidad actual, como por ejemplo, los relacionados con la cotidianidad, la experiencia o la misma historia del arte.

Su manera de trabajar, produciendo por lo general series cortas, a veces de sólo dos cuadros, se trata de reflejar en esta exposición de media carrera que, cronológicamente, se inicia con su producción de los 90 a través de tres monocromos. Gris, rojo y azul son los tonos de las obras en la gran sala donde se han reunido. Quizás todo parta de la propia historia del arte. El más antiguo de todos ellos, que hace referencia a Piranesi, podría inspirarse en la grisalla, lo mismo que la serie Demoliciones lo hace en los medios de masas "en blanco y negro". Sin embargo, el monocromo tiene en la historia de la abstracción su propio capítulo y el azul de Prusia fue el color predominante utilizado por Picasso en su etapa azul.

La extrañeza y la ambivalencia son otras características de sus cuadros, que se ha querido resaltar iniciando el recorrido expositivo en su serie Canchas, donde todo parece lo más normal del mundo, pero esa cotidianidad inquieta de una manera similar a como lo hacen los cuadros de Edward Hopper. El reverso de la normalidad también aparece en la siguiente sala, tal y como también sucede en el cine de David Lynch. Ronda de noche no sólo actualiza una conocida obra de Rembrandt, sino que, junto a los jóvenes que ocultan sus rostros, introduce aquello que inquieta y que puede salirse de la norma.

El nexo de unión entre las diferentes salas son las obras en torno al mural La nave, proyecto que señala la representación dentro de la representación siguiendo la tradición del cuadro dentro del cuadro para, como en los estudios visuales, analizar todo aquello que a priori no encontramos en una mirada ligera.

Comisariado: Juan Antonio Álvarez Reyes / Yolanda Torrubia Fernández
Hasta: 29 de agosto de 2021 

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19/04/2021
Ana Teresa Ortega en el Museo de la Universidad de Navarra

El Museo de la Universidad de Navarra expone Ana Teresa Ortega. Pasado y presente, la memoria y su construcción

Este proyecto toma como punto de partida la exposición Visión-revisión de 1990, y como cierre sus últimos proyectos, realizados en la última década, algunos de los cuales se muestran por primera vez al público. Sus foto-esculturas evolucionan hacia obras de gran hondura conceptual y reflexiva mientras van ganando en ligereza al adoptar nuevos materiales. El hierro y el acero de su origen dan paso a los metacrilatos y soportes transparentes, mientras la autora nos invita a reflexionar en torno a la idea de la memoria y su construcción.

Ana Teresa Ortega nace en Alicante en 1952. Comienza su producción fotográfica en los años 90. Es profesora titular de la Facultad de Bellas Artes de Valencia y codirectora del Máster en Fotografía, Arte y Técnica de la Universidad Politécnica de Valencia. Su trabajo tiene como elemento central la fragilidad de la memoria histórica. Su obra reflexiona sobre los media como territorio de dominación y su efecto en una sociedad que ha olvidado como se piensa históricamente, el tema del exilio como evocación alegórica de diversas formas de olvido y exclusión así como la disolución de la memoria de la historia que desde diferentes estrategias discursivas incide en cómo nuestra cultura se ha construido y se construye en buena medida sobre la desmemoria, sobre el olvido intencionado. Estos temas van a ser tratados de manera reiterada y constituyen la piedra angular de su trabajo.

El catálogo, producido en coedición con la Generalitat Valenciana, el volumen recoge la producción de Ana Teresa Ortega desde los años noventa hasta la actualidad. El proyecto toma como punto de partida la exposición Visión-revisión de 1990 y como punto de cierre sus últimos proyectos, realizados en la última década.
A lo largo de sus páginas, el lector se verá acompañado a través de los procesos que impulsan la evolución de los intereses surgidos de sus primeros proyectos, la adopción de otras perspectivas surgidas ora de la incorporación de otros materiales -metacrilato, soportes transparentes…- como de nuevas figuras que van sucediéndose al hilo de su reflexión e investigación en torno al paso del tiempo y la memoria histórica. La serie de proyectos consecutivos arranca con Cartografías silenciadas, continúa con De trabajos forzados y se cierra con Lugares del saber y exilio científico y Presencias sombrías. Una larga investigación en los diferentes archivos que custodian información relevante sobre el golpe de estado franquista y la posterior Guerra Civil.

Comisariado: Pep Benlloch 

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