El Museo Thyssen-Bornemisza dedica la undécima entrega de la serie <miradas cruzadas> a la relación entre el arte y la ciencia a lo largo de los últimos siglos, con obras de autores como Frederic Edwin Church, Henri Edmond Cross, Sonia Delaunay-Terk o Frantisek Kupka, entre otros.
El afán por comprender las reglas que subyacen tras la apariencia siempre cambiante del mundo es y ha sido una aspiración no solo científica, sino también compartida por muchos artistas. Quizá por ello numerosos pintores, al menos desde el Renacimiento, han encontrado en las aportaciones científicas de su época un estímulo para el desarrollo de su propia sensibilidad, buscando en ellas las claves para conocer su entorno o, simplemente, para alcanzar una mayor destreza en el trazado de la perspectiva o en la aplicación del color.
Las diez pinturas reunidas, todas procedentes de las colecciones del Museo, permiten ilustrar los puntos en común entre ambas disciplinas, tales como la creación de dimensiones espaciales acordes con las modernas teorías geométricas, el impacto en el arte de los estudios científicos sobre el color o el interés de los paisajistas del siglo XIX por las ciencias naturales. El montaje puede visitarse hasta el 27 de septiembre, en el balcón-mirador de la primera planta, con acceso gratuito y directo desde el hall central. Además, los días 24 y 26 junio, en el contexto del congreso anual de la Organización internacional de físicos expertos en neutrinos, materia y energía oscura, que tiene lugar este año en Madrid, el Museo acoge los Encuentros Arte y Ciencia.
CaixaForum Zaragoza acoge hasta el próximo 18 de octubre la exposición Génesis de Sebastião Salgado, un proyecto que es la búsqueda de los orígenes del mundo y del planeta que habitamos. Un mundo que ha evolucionado durante miles de años antes de verse enfrentado al ritmo de la vida moderna.
Tras sus proyectos Trabajadores y Éxodos, Sebastião Salgado funda el Instituto Terra con el fin de reforestar una propiedad rural de 700 hectáreas en Brasil. Génesis es, en muchos aspectos, un corolario global del trabajo realizado por el Instituto Terra, ya que de ahí surgió la idea del proyecto: explorar la belleza de la Tierra.
Esta exposición presenta fotografías de paisajes, animales y personas alejadas del mundo moderno: regiones vastas y remotas, intactas y en silencio, donde la naturaleza sigue reinando. Espacios donde podemos nutrirnos del esplendor de las regiones polares, los bosques y sabanas tropicales, los desiertos abrasadores, las montañas dominadas por glaciares y las islas solitarias. Un mosaico increíble donde la naturaleza se expresa en toda su grandeza.
Las fotografías de Génesis aspiran a revelar esta belleza y representan un homenaje a la fragilidad de un planeta que todos tenemos el deber de proteger.
El Centro de Arte La Regenta acoge hasta el próximo 12 de septiembre Soliloquio, una exposición de dibujos del artista herreño Marco Alom.
Soliloquio es un término que se refiere a ese discurso que suelen hacer los personajes de las obras teatrales, cuando en alta voz y supuestamente a solas, comentan ante los espectadores todo aquello que guardan en su interior. Es un estado de confesión, en que se abre la caja de Pandora y todo aquello que le atormenta o le interesa es liberado finalmente, permitiendo al público conocer e incluso identificarse con el personaje.
Esta exposición lleva el nombre de Soliloquio porque se asemeja a ese discurso teatral. Aquí lo oral, es sustituido por lo estético, pero el trasfondo tras las imágenes es el mismo que en el teatro, el ejercicio de introspección y el diálogo consigo mismo que ejerce el autor de esta muestra. Cada individuo es el resultado de una suma de experiencias, pretensiones, objetivos e incluso miedos, que lo definen de los demás miembros de la masa; cada persona contiene un paisaje interior que se va construyendo. En su libro Meditaciones del Quijote (1914), Ortega y Gasset sostiene incluso que no solo somos el resultado de esas experiencias, sino de todo aquello que nos rodea y viene de atrás, como la historia de tu pueblo, la religión de tu grupo o el paisaje y las tradiciones de tu entorno. Por lo que como miembros de una masa también llevamos con nosotros mismos una serie de pautas que nos definen.
La muestra es ese ejercicio de dar forma a todos esos intereses. En esta serie de dibujos realizados a bolígrafo encontramos temas concretos de nuestro imaginario propio con los que hemos convivido en occidente desde que nacemos y que forman parte de nosotros mismos, representaciones como Adán y Eva, el mito de Ícaro, el Minotauro o Jonás en el interior de la ballena son recurrentes a lo largo de la Historia del Arte como metáforas de situaciones concretas, y que el autor ha querido elegir y medirse con ella para aportar sus propias versiones y a través de estas hablar de sí.