La galería Guillermo de Osma presenta una exposición donde se mostrarán doce Arpilleras del artista canario Manolo Millares (Las Palmas de Gran Canaria 1926- Madrid 1972), uno de los artistas más significativos y personales de la vanguardia española. Sus Arpilleras son uno de los grandes hitos artísticos de la segunda mitad del siglo XX.
Su figura destaca tanto por su producción artística, como por sus dotes de organizador e impulsor de novedosas propuestas estéticas a través de asociaciones que promovió desde Las Palmas como L.A.D.A.C. (Los Arqueros del Arte Contemporáneo) a principios de los años 50’s y, sobre todo, el grupo El Paso en Madrid, del que fue fundador en 1957 junto a Antonio Saura, Rafael Canogar, Manuel Viola, Pablo Serrano ente otros, y figura fundamental.
Precisamente es durante el año 1957 cuando la arpillera toma un lugar preponderante en su producción artística. En la Bienal de Sao Paulo de ese año presenta 10 obras que por primera vez titula con nombre “Arpilleras”, confirmando de este modo la relevancia que confiere Millares al soporte elegido para sus pinturas. La arpillera es un tipo de tela burda de trama gruesa- realizada de cáñamo o yute-, muy alejada del suave algodón o lino que generalmente los artistas han usado como base para realizar sus cuadros. La elección de Millares se debe precisamente a su basta textura, que confiere a la obra una cualidad táctil de gran personalidad. Millares se procura las arpilleras directamente de sacos, que cose y tensa en bastidores, y sobre las que aplica cola que da volumen y consistencia, pega objetos, pinta parcialmente con colores generalmente blancos y negros, y ocasionalmente con retoques en rojo y ocre. De este modo la obra se convierte en algo objetual, más escultórico que el cuadro al uso. La textura de la tela, los costurones que recorren la obra, el modo violento de aplicar la pintura, con salpicaduras y churretes, los agujeros que dejan ver la pared sobre la que se cuelga la obra, y las zonas abultadas, son agentes activos que trasmiten toda la fuerza y la poesía del artista.
Estéticamente tienen mucho que ver con muchas tendencias contemporáneas, como el “Action painting” de la Escuela de Nueva York, el “Tachisme” francés, o el trabajo de muchos de sus compañeros de El Paso. Sin embargo, más allá de su apariencia estética y gestual, el largo y complicado proceso de creación convierten a estas obras algo muy alejado del automatismo de sus colegas. Al contrario, en las Arpilleras reina ese espacio de meditación y poesía que acompaña a toda la creación artista de Millares. El modo en que compone los diferentes elementos expresivos deja ver que no hay nada al azar, y todo es producto de una profunda reflexión que quiere transmitir al espectador, y que tiene que ver con la impresión que hicieron los enterramientos guanches, los antiguos habitantes de la isla de Tenerife.
Las Arpilleras, desde su aparición en 1957, rápidamente se convirtieron en una de las expresiones artísticas más reconocibles de su generación. Este reconocimiento, no se limitó al territorio español, sino que rápidamente sus obras fueron expuestas en galerías extranjeras y en los numerosos pabellones de España en las Bienales de Venecia, Alejandría o Sao Paulo. En 1957 en MoMA le compra una Arpillera, y realizará varias exposiciones en galerías internacionales de la talla de Pierre Matisse en Nueva York o Daniel Cordier en París.
Con motivo de la exposición se reeditará el único libro que escribió Millares “Memoria de una Excavación Urbana”, que publicó en 1971 Gustavo Gili en una tirada muy corta y absolutamente inencontrable. Alfonso de la Torres, autor del catálogo razonado del artista, será la persona que se ocupe de curar esta reedición, que ilustrarán las doce Arpilleras de la exposición.
Se abre al público la sala de exposiciones Kutxa Kultur Artegunea, un nuevo espacio que nace con el objetivo de acercar y divulgar las prácticas artísticas al público general, prestando una atención al arte vasco y más específicamente al gipuzcoano. La sala pretende ser un lugar de encuentro, un instrumento de conocimiento, accesible a todo tipo de público.
Kutxa Kultur Artegunea es un espacio expositivo que cuenta con una superficie aproximada de 900m2, dividida en dos plantas que pueden funcionar conjunta o separadamente pudiendo mostrarse una exposición de gran envergadura o dos exposiciones más pequeñas simultáneamente. El juego arquitectónico que conecta las dos alturas y el carácter industrial confieren a la sala una configuración única. Se encuentra físicamente dentro del edificio Tabakalera, nuevo centro neurálgico de la ciudad, y dentro del programa Kutxa Kultur, el programa cultural que Kutxa Fundazioa ha trasladado a este singular edificio.
Arrancan con Historias Compartidas. El siglo XX en la Colección Kutxa, una exposición que pone de relieve el devenir del arte y la cultura vascos, a lo largo del pasado siglo XX -con incursiones en el siglo anterior y posterior-, a través de una escogida selección de obras de la Colección de arte de la Fundación Kutxa.
El origen de dicha Colección se remonta a la unión de las Cajas de Ahorros Municipal de San Sebastián y Provincial de Guipúzcoa en 1990, momento en el que también se fusionaron sus respectivos patrimonios artísticos. Una de las características esenciales de esta Colección es su evolución paralela con su tiempo, puesto que crece con la incorporación de obras de arte desde su nacimiento y hasta el momento actual. Los modos de ingreso han sido variados, bien compras, donaciones, premios o simplemente encargos para determinados espacios, si bien gran parte de la Colección se ha ido creando a través de la relación directa de la Institución con los propios artistas, como ha sido el caso de Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, Nestor Basterretxea o Rafael Ruiz Balerdi entre otros.
Es pues este vínculo el motivo del título escogido, Historias compartidas, que hace referencia a la propia construcción de la Colección, estrechamente vinculada a la evolución social y cultural del territorio en el que ha sido creada; basada en la investigación y conservación del patrimonio, con una clara voluntad de conocimiento y como un modo de preservar la memoria.
En esta pequeña selección que abarca unas setenta obras obras, se realiza un amplio recorrido por la historia del arte, fundamentalmente vasco y específicamente guipuzcoano, centrando nuestra mirada en los principales movimientos artísticos del pasado siglo.
Se abren tres nuevas convocatorias públicas dirigidas a creadores y agentes artísticos españoles o residentes en España que deseen participar de una nueva edición del programa de intercambio de residencias El Ranchito, que tendrá lugar en 2016 en Madrid, La Habana, Helsinki y Tokio.
Un total de seis creadores y agentes artísticos nacionales se beneficiarán de este programa que tiene dos periodos. El primero, que tendrá lugar en Matadero Madrid del 25 de enero al 10 de abril de 2016, con un momento de estudios abiertos y visitas internacionales durante ARCO y una presentación pública de trabajos del 8 de abril al 2 de mayo de 2016. Y un segundo periodo de residencias a desarrollar en los siguientes centros: ArtistaxArtista en La Habana, Tokyo Wonder Site en Tokio y HIAP en Helsinki. Además, los creadores españoles convivirán en el espacio de residencias de Matadero Madrid con dos creadores cubanos y dos creadores finlandeses desde el 1 de marzo.
La fecha límite de presentación de solicitudes para esta residencia es el 9 de diciembre de 2015. La resolución del jurado, compuesto por miembros de las instituciones participantes y un agente cultural independiente, se hará pública la semana del 14 de diciembre.
El programa de intercambio de residencias El Ranchito cumple con algunos de los principales objetivos de Matadero Madrid; como son apoyar el tejido artístico local, promover la producción de obra nueva y estimular la experimentación y producción de conocimiento. Esto se hace a través de proyectos que ponen en juego prácticas de colaboración, de experimentación y de reflexión sobre el contexto sociopolítico.
En este marco, y desde 2011, El Ranchito ha recibido a más de 100 creadores de países como Japón, Turquía, Finlandia, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Argentina, México, Colombia o Brasil. Desde 2013, gracias a una alianza estratégica con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), El Ranchito se consolida como un programa estable de intercambio con otros centros internacionales de referencia como HIAP Helsinki, Tokyo Wonder Site, Flora Colombia, Beta Local Puerto Rico o el Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Corea, lugares a los que envía creadores nacionales y de los que recibe creadores internacionales.
El Ranchito ofrece espacios de trabajo y residencias para artistas, arquitectos, curadores, pensadores y otros productores culturales que comparten su trabajo individual con la creación de una comunidad artística en un espacio abierto de Matadero Madrid. El proyecto se estructura en dos periodos: uno de residencia en los espacios de trabajo y otro de presentación pública de los resultados.