El Espacio Fundación Telefónica actualiza sus instalaciones y presenta el Espacio Realidad Virtual, el primer showroom de realidad virtual abierto a todos los públicos en España. En este espacio se podrá probar de manera gratuita una de las tecnologías que revolucionarán el mundo en los próximos años. El Espacio Realidad Virtual se ubica en la cuarta planta del Espacio y contará con los gadgets y experiencias más avanzadas de este campo.
La realidad virtual será la tecnología protagonista del año 2016. Tras el éxito de los eventos dedicados a realidad virtual celebrados en el Espacio, lanzamos un espacio dinámico y vivo que acogerá los últimos avances del sector. Por el Espacio Realidad Virtual pasarán los últimos dispositivos y todo tipo de contenidos que abordarán temas de salud, educación, periodismo o historia. Esta muestra se irá renovando periódicamente gracias a la colaboración con The App Date.
Este Espacio está preparado para acoger al público general y a profesionales y empresas de cualquier sector. Para participar, es necesario reservar fecha y hora de la siguiente manera:
Público general. Actividad para mayores de 13 años. Visitas de media hora en grupos reducidos de martes a viernes de 16 a 20hrs y los fines de semana de 10 a 14hrs y de 15 a 20hrs.
Las inscripciones están llenas para todos los pases del 1 al 17 de abril. El próximo lunes 4 de abril abriremos las inscripciones para la semana del 18 al 25 de abril.
Empresas. Visitas para grupos, de dos horas de duración. De martes a viernes, de 10 a 12hrs, previa inscripción en el correo espaciovr@fundaciontelefonica.com, indicando nombre de la empresa, persona y teléfono de contacto.
El Museo de Teruel presenta, del 15 de marzo al 18 de mayo, uno de los últimos proyectos de Francesc Torres (Barcelona, 1948), artista multimedia internacional que vivió en París de 1967 a 1969, se mudó a los EE. UU. en 1972 (Chicago) y en 1974 se instaló definitivamente en la ciudad de Nueva York. Entre 1986 y 1988 vivió en Berlín, en un programa de intercambio académico. Actualmente reside en Barcelona por una larga temporada mientras realiza los últimos proyectos en los que trabaja.
What Does History Know of Nail Biting?(¿Qué sabe la Historia de morderse las uñas?) muestra un material fílmico que llegó a la biblioteca de la Universidad de Nueva York junto con el archivo completo de Harry Randall que fue fotógrafo y cámara de la Brigada Lincoln, la unidad de voluntarios americanos que vinieron a España a luchar por la República durante la Guerra Civil. El material se filmó durante los años 1937 y 1938 y cubre varios frentes de la guerra; la Zona Centro (Guadalajara), Teruel y el Ebro.
Durante la Guerra Civil Española un contingente de 3.500 estadounidenses se unió a las Brigadas Internacionales de voluntarios de izquierda organizadas por el Komintern para luchar en la defensa del gobierno republicano legal de España, en contra de un golpe fascista militar apoyado por Hitler y Mussolini. Los estadounidenses eran conocidos como la Brigada Abraham Lincoln. La mitad de ellos no regresó. Harry Randall era uno de ellos y pudo regresar. Era el fotógrafo y camarógrafo de la brigada, disparó la mayoría de las imágenes que aquí se presentan durante un período de dos años (1937-1938).
Algunas cosas se han añadido, el resto se muestra como se encontró. Es todo material inédito. Francesc Torres decidió mostrar todo el material tal como estaba, incluyendo tomas defectuosas. No quiso destruir la cualidad del hallazgo histórico en estado clínicamente puro que constituían aquellas imágenes fascinantes. Quiso preservar la dicotomía del tiempo histórico, lineal, con el tiempo desordenado, onírico, el tiempo del mito y la memoria que coexistían en los fotogramas de la película de Randall. Es así como la memoria funciona. Lo que hizo fue añadir su propio metraje tomado en los mismos lugares como contrapunto al material encontrado para traerlo todo a nuestro presente alienado y amnésico ignorante de su historia. "Los países que se respetan asimismo respetan su historia, toda, no solo la que conviene. Así se asimila, se comprende, se aprehende y, por fin, se pasa página." La música es de Conlon Nancarrow, otro miembro de la Brigada.
En el año 1937 Miró había salido de España y acudía a clases de desnudo a la Académie de la Grande Chaumière, donde realizó un importante conjunto de dibujos a lápiz de personajes grotescos, casi monstruosos, como una rebelión personal ante la violencia de los tiempos y una muestra más de su interés en "asesinar la pintura". Uno de estos dibujos, abre la exposición Huellas de tinta. Joan Miró en la Colección Würth que reúne por primera vez en España gran parte de los fondos del artista en dicha colección.
La exposición está formada por obra gráfica (litografías, aguatintas y aguafuertes) de entre los años ‘50 y ‘80, a la que se suman varias pinturas a gouache y óleo, carteles, una escultura en bronce, y obras realizadas para sus libros de bibliófilo, una de las facetas más fascinantes de su producción artística. Miró no encontraba diferencia entre la poesía y la pintura, lo que le llevó a colaborar continuamente con poetas y escritores; fruto de esta colaboración la exposición cuenta con obras como la serie Lapidari, realizada para un proyecto conjunto con el poeta Pere Gimferrer, y la serie completa de L’enfance d’Ubu (La Infancia de Ubú) sobre el personaje del escritor Alfred Jarry que Miró utilizó para canalizar su descontento político.
La obra gráfica de Miró, sus huellas de tinta, es fundamental para entender su desarrollo artístico pero, sobre todo, para encontrarse con la faceta menos académica del artista que transformó la experimentación con las técnicas de grabado en una forma de libertad: