Museo ABC presenta la mayor retrospectiva dedicada al dibujante e ilustrador Joaquín Xaudaró (Vigán, Filipinas, 1872). La exposición permanecerá abierta desde el 4 de abril hasta el 16 de septiembre.
Su humor, en general muy basado en el juego de palabras, y su capacidad para fijar los rostros y las actitudes de la buena gente, hacen de él un portentoso documentalista de aquellas primeras décadas del siglo XX. Así, creemos, lo atestiguan el centenar y medio de dibujos con que hemos querido resumir su larga carrera.
La exposición comienza mostrando sus trabajos para la revista Blanco y Negro, pero también para las sucesivas publicaciones de la empresa, como el diario ABC, el semanario satírico Gedeón o el suplemento infantil Gente Menuda.
Diez años después, sin embargo, el dibujante decide dejar atrás todo para probar fortuna en París y vivir de cerca la mítica bohemia de aquella urbe y aunque no alcanzó el éxito que esperaba, sí que mantuvo durante un tiempo su colaboración con Prensa Española.
En 1921 comprende que se le está olvidando, y que además empieza a surgir con fuerza una nueva generación de humoristas de criterios más vanguardistas, por lo que decide volver, y gracias a su chiste diario para ABC, en los años que van desde ese instante hasta el de su muerte, alcanzará una popularidad que jamás hubiese imaginado.
Ahora sí que posee un estilo totalmente personal y ha agudizado además su capacidad de captar en unos pocos trazos la idiosincrasia de sus contemporáneos, pertenecientes a todas las clases sociales, a los que trata con una extrema ternura, sin el menor signo de acritud. Pero es que, además, Torcuato Luca de Tena comprende enseguida que el perrito que él coloca a menudo en sus viñetas es un hallazgo que hay que cuidar y le insta a que esté presente en todas sus obras. El can adquiere enseguida una notoriedad que Xaudaró no podía imaginar, tanto que se convierte en una importante fuente de ingresos, debido a su lanzamiento comercial como joya, juguete, recortable o reclamo publicitario.
La cuarta edición de Reinterpretada lleva por título Archivo 113, en referencia al expediente asignado por la Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN), abierto en 1939, a los bienes que formaban la Colección artística de José Lázaro Galdiano, y constituye el contexto elegido por Alicia Martín para esta nueva edición que recorre varias salas del museo. La muestra cuenta con la colaboración de la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
La documentación de este expediente es para la artista madrileña una pieza más de la Colección Lázaro. Esta relación de objetos de diversas materias artísticas, esta acumulación de información, de datos, de referencias fotográficas, la pone en paralelo con la Colección de colecciones que constituye el museo. Según Alicia, reinterpretar esta Colección es un ejercicio individual, semejante al de subrayar; hay que elegir y optar por unas cuantas piezas con las que te identificas como algunos objetos suntuarios, la pintura de los Disciplinantes o la enigmática tabla del Salvador adolescente, atribuida a Giovanni Antonio Boltraffio, que es la imagen de esta exposición.
Los libros y Alicia Martín –este binomio no podía faltar en Archivo 113– se necesitan, se equilibran. Los libros, vehículos de cultura, cobran una nueva vida en sus esculturas, son una prolongación de la propia artista y abandonan sus contenidos para convertirse en objetos plásticos que inundan los espacios del museo y el jardín. “Una invasión espacial y visual que incita a la reflexión y perdurará en la memoria”, sugiere la comisaria de la muestra. Además, en esta ocasión también es un homenaje al apasionado bibliófilo y editor que fue José Lázaro. Algunos de sus libros emblemáticos como el Sueño de Polífilo, impreso por Aldo Manuzio en 1499, o la traducción latina del tratado astronómico-matemático de Claudio Ptolomeo publicado en Basilea en 1541, se exponen junto a las obras de Alicia Martín. La artista presentará también dos esculturas esféricas en cuya creación se han empleado más de dos millares de libros donados por los ciudadanos y diversas instituciones públicas y privadas, entre ellas más de una treintena de Bibliotecas madrileñas.
La identidad, abordada en la serie de collages Retrato de artista, es otro de los ejes de Archivo 113. Realizados a partir de catálogos de colecciones de arte contemporáneo plegados a golpes sobre sí mismos, atornillados, formando un volumen único y compacto que retratan la identidad no individual, sino colectiva, constituyen un retrato de retratos que compartirán espacio con la estupenda galería de los reunidos por José Lázaro.
La muestra se completa con Monólogos, una serie de fotografías donde unas manos desgarran un libro, una metáfora de la adicción actual por las imágenes en detrimento de la cultura escrita.
De marzo a diciembre, la Bienal Miradas de Mujeres, aglutinará diversas propuestas creativas con el objetivo de contribuir a la visibilización de las mujeres en el ámbito de las artes visuales desde una perspectiva feminista, en sus amplias manifestaciones, a nivel local e internacional, y en las que se abordan contenidos comprometidos con el contexto social y las preocupaciones de la ciudadanía mundial.
Un modelo participativo y horizontal que prima la calidad frente a la cantidad, la proporcionalidad en la diversidad de enfoques y procedencias, así como la transparencia y las buenas prácticas. Mientras las bienales tradicionales se suelen concentrar en una sola ciudad, capturando la instantánea en un espacio concreto de creación, MAV apuesta por un modelo alternativo, con la participación de proyectos desde diferentes lugares, escenarios reales y virtuales, trabajos transversales en distintos soportes y formatos en proceso, que evidencian y visibilizan la posición de las mujeres en la sociedad y en la creación contemporánea.
La sección de propuestas seleccionadas, reunirá cinco proyectos elegidos a partir de la convocatoria abierta hasta el próximo 31 de marzo, a propuestas inéditas de artistas, comisarias, investigadoras y colectivos que reúnan al menos un 60% de mujeres, y cuyo contenido u objetivo principal sea la visibilidad de las mujeres en el ámbito de las artes visuales desde una perspectiva feminista, comprometidas con el retorno social y las buenas prácticas. Estos cinco proyectos seleccionados formarán parte del programa de la BMM-2018 y contarán con hasta 3.000 euros cada uno para su producción. Consultar requisitos aquí.
Por otra parte, la sección de propuestas invitadas incorporará las actividades organizadas a lo largo del 2018 por museos, centros de arte, culturales y educativos, fundaciones, universidades y galerías de arte, cuya temática y contenidos tengan como objetivo principal la visibilización de las mujeres en las artes visuales desde una perspectiva feminista, comprometidas con el retorno social y las buenas prácticas. Consultar aquí.