Vertixe Sonora, en colaboración con el MARCO, organiza Vertixe Vigo ‘13, una nueva propuesta de conciertos y actividades que ofrece una panorámica amplia de la creación sonora internacional. Organizada por Vertixe Sonora —uno de los colectivos más destacados en su apuesta por la música contemporánea y por el diálogo y la confluencia entre música y otras artes— en cooperación con Musicadhoy, cuenta con la colaboración del MARCO, donde tendrá lugar una parte de los conciertos y talleres.
Agrupada en diferentes bloques, la programación se desarrollará en varios puntos de la ciudad y abarca conciertos de música contemporánea, música electrónica, música improvisada, intervenciones en espacios públicos, instalaciones sonoras, talleres especializados, cursos de divulgación y actividades de dinamización para los más jóvenes.
Fechas: 18, 19 y 20 de octubre; 1, 2 y 3 de noviembre
CONCIERTO
Carlos Suárez + Miguel Negrão
18 octubre, a las 21.00
Salón de actos
TALLER
Miguel Negrão. ‘Introdución al ámbito de audio digital SuperCollider’
19 y 20 octubre
Salón de actos
Previa inscripción. Plazas limitadas
CONCIERTO
Ulobit + kanukananina (Miguel Pipa)
1 noviembre, a las 21.00
Salón de actos
TALLER
Miguel Pipa. ‘Circuit Bending’
2 y 3 noviembre
Salón de actos
Previa inscripción. Plazas limitadas
Bajo el título de Atelier de Barcelone se presenta en el L.A.C. de Narbonne una exposición que reúne el trabajo de cuatro artistas que operan en Barcelona: Isabel Servera, Alberto Peral, Germán Portal y David Franklin. Los cuatro han trabajado o trabajan actualmente en alguno de los centros de producción de artes visuales de Barcelona.
El proyecto surje como una invitación por parte del centro al artista Germán Portal a comisariar el proyecto. Esta exposición continúa con la línea de proyectos expositivos anteriores como Atelier de Rotterdam, y Atelier de Berlin, exposiciones pasadas que reunieron en el L.A.C. el trabajo de artistas procedentes de diferentes centros de producción de Europa.
Con el título de Un juego cotidiano, un texto curatorial que acompaña y da forma al proyecto, se propone al espectador un acercamiento a la idea de juego y entorno cotidiano. En este caso, la actividad artística es entendida como un juego, que se opera en un entorno concreto (lo cotidiano) y este acercamiento se produce desde una posición de introspección y acercamiento íntimo, disímil en cada uno de los cuatro artistas elegidos.
En los cuatro hay una relación con el espacio, el entorno y el hábitat propio. Son diferentes planteamientos pero que exploran y juegan con la idea de entorno y de espacio cotidiano y que reflejan otras cuestiones latentes en este espacio, desde el propio proceso artístico hasta la transformación y representación de éste, a modo de simulación, de apropiación, como un juego cotidiano. Construcción, resituación, recorte, deconstrucción, alteración, extrañamiento. Estas son las partes que componen este juego.
El trabajo de Isabel Servera muestra un proceso de trabajo metodológico y mecánico, y el proceso es justamente el concepto clave en su obra. Entrar en estas obras es entrar en un proceso rítmico, constante, monódico. Su relación con el entorno es, en un sentido abstracto, a través del tiempo. Como en el juego, el tiempo es el elemento denominador y dominador de estas obras.
En su trabajo titulado Caja núm. 24 ha completado 62500 cuadrados con diferentes colores siguiendo el orden dado por una caja de colores Faber Castell. En algunas obras de Isabel la propuesta visual es cíclica, nos atrae, es atractiva. Es una invitación a un giro, a un cambio de óptica, donde parecería que entramos en el juego de perdernos en ese mundo procesual y rítmico.
El trabajo de David Franklin plantea un acercamiento íntimo hacia el entorno y el paisaje, donde nos representa espacios imaginarios, arquitecturas y espacios flotantes, elementos y formas en descomposición, como en proceso. Estos pequeños dibujos en papel color vainilla reproducen un códex personal, donde el dibujo aparece únicamente en lápiz y en tinta negra, sin color, como una reproducción paciente de un juego personal y una manera de ver. La obra de David Franklin parece jugar con esa ambivalencia entre lo privado, lo íntimo y lo colectivo, dicho esto no por su clara relación con el entorno, del que se nutre constantemente, sino por su manera de codificarlo y ofrecerlo, por su manera de reprogramarlo nuevamente.
La obra de Alberto Peral ha abarcado un ámbito de lo efímero y de hasta lo minimalista en su intención por trabajar el espacio. Es una aproximación un tanto poética y dolorosa, cortante en cuanto hay un proceso y un mecanismo de eliminación, de sustracción que remite siempre e invariablemente a la escultura. Algunas obras de Alberto Peral remiten a un espacio doméstico de manera expresa, como ocurre con “Alfombra”. Aquí el elemento doméstico está invadido por una presencia geométrica, un tanto predominante y premonitoria. Como si nos enunciara un acontecimiento, un suceso, un hecho ocurrido, siempre en pasado. Es un llamado a la reflexión, un tanto metafísico en la elección de esta simbología geométrica y pitagórica, pero también con fuertes raíces culturales propias y ajenas. Por último, en su obra se percibe asimismo algo de acción y de rito privado, íntimo, y de registro intencionado de este hecho.
El trabajo de Germán Portal se desarrolla básicamente en el campo de la pintura. Su trabajo se nutre del entorno sustrayendo elementos de éste, sea mediante el uso de fotografías domésticas, objetos cotidianos, objets trouvés, etc.
Su obra juega con una clara combinación y resituación de elementos, ajenos unos con otros, produciendo un cierto tipo de extrañamiento producto en parte por la alteración visual. En su obra aparecen tratados con frecuencia temas como la apariencia y el concepto de apropiación y alteración.
Asimismo juega también con el límite de la información y de lo verídico, con cierta dosis de humor, y planteando al espectador la duda de hasta qué punto lo que se plantea en la obra y lo que se dice es tal cual ocurrió. Los títulos de todas estas obras hablan claramente de esta intención. Algunas de sus obras pretenden hablar claramente del proceso de trabajo.
El Centro de Arte Alcobendas presenta Luto de Carlos Aires, una exposición que es un compendio de obras realizadas en los últimos cuatro años, período en el que el artista reside en España después de vivir catorce años en el extranjero.
En esta ocasión los trabajos que podremos contemplar nos darán una amplia perspectiva sobre la obra de Carlos Aires, (conocido ya por el público de Alcobendas al estar representado con varias imágenes en su Colección de Fotografía) que incluye instalaciones, fotografías y esculturas.
En esta muestra el visitante podrá disfrutar de los trabajos más ambiciosos del artista, como son sus instalaciones de gran formato, destancando Mar Negro, obra realizada en Cádiz con restos de barcas y pateras abandonadas, formando un suelo que imita el parqué. Y también Opening Night, compuesta por dos mil farolillos fabricados a partir de fotografías en blanco y negro, clasificadas como “catástrofes” en el archivo histórico de fotografía de ABC.
Además, completarán la exposición otras piezas importantes como Cataratas, De Natura Deorum y Réquiem, entre otras.
Carlos Aires juega con la cotidianidad y ciertos tópicos ibéricos, con los que construye su discurso, que gira en torno al momento actual. El drama y su opuesto se dan la mano en la obra de este artista. Tanto los aspectos conceptuales como los formales encajan perfectamente, dando como resultado una obra realmente contundente